Y aquí estás hoy, serena y en paz, plena y llena de amor, un poco más grande, un poco más fuerte, un poco más sabia.
Hoy puedes mirar hacia atrás y, simplemente, sonreír, porque tienes la convicción de que todo valió la pena. Y lo sabes cuando ves a tu bebé dando sus primeros pasos, jugando con otros niños, tirando besos al aire, y l@ escuchas pronunciar un "mamá" seguido de un "te amo". Lo sabes cuando ves a tu hijo entrando al jardín de infantes, con su uniforme impecable y cuando lo ves salir, corriendo hacia vos. Cuando lo ves entrar en la escuela, dibujar sus primeras letras, leer su primer libro. Imagino que lo sabes cuando ves a tu hij@ enamorarse por primera vez, cuestionarte por primera vez intentando encontrarse a sí mismo, planear sobre su futuro. Y estoy segura que lo sabes cuando l@ ves estudiando una carrera o realizando una tarea, ganando su sustento, desplegando sus alas, caminando al altar, trayendo una vida al mundo, formando una familia. Pero indudablemente todo vale la pena cuando tienes la certeza de que pusiste tu granito de arena para que ese bebé que un día trajiste al mundo siempre conserve su capacidad de ser feliz. Porque si tu hij@ es feliz, vale la pena, vale las noches sin dormir, el cansancio, las preocupaciones y los miedos. Si tu hij@ es feliz sabes que incluso hubieras podido hacer más, dar más para llegar a ese resultado. Claro que vale la pena! Nunca dudes de vos.También podría interesarte :