La Liga ya hace unas jornadas que comenzó. Los aficionados valencianistas han sufrido y siguen sufriendo como hacía años no se recordaba. Ni los peores augurios barajaban unos resultados tan negativos.¿De quién es la culpa? Es precisamente eso lo que llevan semanas intentando descubrir los medios de comunicación. Las respuestas varían dependiendo de quien lo analiza. Normalmente la culpa es del entrenador cuando los resultados son negativos, como es el caso. Por otra parte, cuando de triunfos anda la cosa siempre se achaca a que son los jugadores los que han conseguido los logros. Es más fácil culpar a uno y alabar a varios. Esto le pasa tanto a la prensa como a los aficionados. Sin embargo, en este caso aún no se han centrado todos los reproches en el entrenador. Probablemente la culpa no sea de una parte sino de todos. Cada uno en su justa medida. Pero si el Valencia realmente quiere encontrar la raíz a sus problemas debería mirar más al campo y menos al banquillo. El problema está en que los jugadores se creen súper estrellas y no están analizando realmente donde se encuentran. El Valencia ya no es aquel equipo que luchaba con los grandes, este año con no bajar a segunda muchos aficionados ya se darían por contentos. Deben saber que hoy por hoy el club (debido en parte a todos los problemas que tiene) no es lo que fue. Además, de analizar mejor quienes son ellos mismos y que valor profesional tienen hoy en día. Los jugadores no son los mejores así que no deberían comportar como estrellitas que no se pueden tocar. Como ellos hay muchos más. Lo que deberían hacer es trabajar y comprometerse, sólo así podrán suplir las carencias que tienen.Así que ya saben menos exigir más dinero o excentricidades y más trabajo y humildad que es lo que conseguirá volver al Valencia al lugar que le corresponde.