Valeria se estrenó con viveLibro colaborando junto a Juan Sánchez Ballesteros en el libro Historias de miedo. Una larga y doce cortas y ahora emprende su andadura en solitario donde la Historia cobra un papel fundamental.
A continuación, os dejamos con la entrevista completa a nuestra autora sobre su nuevo libro.
viveLibro (V): Valeria, ¿cómo surgió la idea de escribir este libro?
Valeria Ardante (VA): Ya documentándome para mi primer libro publicado, Hitler quiere el grial me había topado con algunas incoherencias entre lo que se nos cuenta por parte de la historia oficial, en relación con los nazis y lo que nos relatan los hechos históricos. De nuevo volví a encontrarme con estas incongruencias durante la investigación que dio lugar a mi obra Isla Bermeja: conflicto geoestratégico. La isla fantasma que encadenó a México y el aleteo de la mariposa. Vi que todo lo que se nos viene contando no es más que una versión muy resumida o “la versión para niños” de lo que realmente ocurre; es como leer un periódico atendiendo únicamente a los titulares.
V: ¿Qué van a encontrar los lectores en Reclutemos a los nazis?
VA: Fundamentalmente, una realidad que al principio resulta muy dura de asimilar. Por ello está acompañada de imágenes de documentos desclasificados usados como fuente de información, así como de una abundante bibliografía por si el lector desea profundizar en alguna cuestión concreta. Creo que aunque complicada de digerir, es necesario conocer la realidad.
V: En todo el proceso creativo, ¿qué ha sido lo más fácil y lo más complicado a la hora de ponerte a escribir?
VA: Lo más fácil fue en general recopilar la versión oficial y general de los hechos históricos que ocurrieron inmediatamente después de concluir la Segunda Guerra Mundial. Lo más complicado, sin duda, seguir en ocasiones el hilo de la larga madeja a la que llegaban las investigaciones y que en ocasiones costaba desanudar, bien porque muchos datos carecían de la suficiente solidez como para presentarlos como ciertos, bien porque se podía ver la huella de alguien que había deseado deshacerse de determinada información claramente nada ética. Y es que precisamente todas las películas y cuentos se han cansado de repetirnos el mismo cuento: los malos son malísimos hasta que llegan los buenos y hacen pagar a los malos por sus malas acciones. Sin embargo la triste verdad ha resultado ser que los malos que eran malísimos fueron reclutados por los buenos para que hicieran de la maldad su forma de vida y estuvieran excelentemente bien pagados por ello.
V: ¿Qué otros proyectos literarios tienes en mente?
VA: El abanico es amplio. Por un lado estoy estudiando la posibilidad de sacar un par de libros recogiendo todos los méritos y acciones asombrosas que grandes navegantes, cartógrafos y aventureros españoles realizaron, haciendo grande al Imperio Español. Sus hazañas han sido tan escondidas por el mundo anglosajón y maliciosamente retorcidas que son muy pocos los que desconocen que un malagueño ayudó a que la Independencia de Norteamérica se consumara, o que el Imperio Inglés sufrió la mayor derrota naval frente a un gran militar, cojo, tuerto y manco, por citar dos ejemplos.
También estoy trabajando en una obra que se centra en cómo sacar el máximo jugo a la visita de una iglesia románica, analizándola desde el simbolismo, orientación o el hecho de presentar determinados santos y no otros. Por otro lado nunca dejo de lado la cuestión de la protohistoria de la Península Ibérica. Basándome en el folclore, leyendas y textos de la antigüedad, considero que aquí se creó y exportó la escritura, el megalitismo, la cerámica campaniforme y el culto a las estrellas para beneficiar el potencial de meditación de determinados lugares sagrados. Lo mejor es que no paro de toparme con evidencias arqueológicas en museos de todo el Mediterráneo que confirman mis suposiciones. El problema es que el proceso de encajar todas las piezas de este puzzle es más lento de lo que desearía, pero sin duda merecerá la pena.
Soy muy exigente con mis investigaciones y conclusiones, me gusta dotarlo de un rigor científico necesario para no perdernos en suposiciones excéntricas o fuera de lugar.
V: ¿Qué le dirías a los lectores para que se llevaran Reclutemos a los nazis a casa?
VA: Es un libro serio, sumamente documentado y muy fácil de leer, que si bien en un principio puede enfadar o hacer caer en el escepticismo y desconfianza hacia los gobernantes, hace ver cómo este mundo tiene su cara y su cruz, que nos movemos en un mundo de grises en lugar de blanco o negro. En este sentido, es cierto que los nazis hicieron auténticas salvajadas, pero no es menos cierto que gracias al reclutamiento de estos científicos y altos cargos alemanes el resto de países lograron avances tecnológicos sumamente importantes. De hecho, son muchos los beneficios que actualmente hemos sacado todos de la carrera espacial: desde trajes ultraligeros y que abrigan, pasando por comida proteica para estar a dieta o para cuidarse en el gimnasio, hasta el sistema de posicionamiento y localización que hoy día usamos para conducir, quedar con amigos o localizar a una mascota; pues bien, todo ello fue posible gracias a la NASA, que se echó a andar por un equipo de científicos nazis altamente cualificados.