Vales lo último que hagas... así que quítate ya esa palmadita de la espalda, deshazte pronto de las alabanzas, quema las promesas de hoy porque nunca llegan a mañana. Olvida las sonrisas de complicidad, borra del móvil las felicitaciones, ¿te llamaron ayer para darte las gracias? Mañana te llamarán para tocarte los cojones.
Si hoy eres un profesional, mañana no tienes ni idea. Si hoy lo has bordado, mañana meterás la pata. Pero recuerda que los días malos también pasan; no te agobies y piensa... siempre podrás valer más mañana.