Se accede desde Interlaken y bastan unos pocos kilómetros para empezar a disfrutar de las vistas.
Este valle también es llamado el valle de las 72 cascadas, con lo cual ya te haces a la idea de que vas a ver muuuchos saltos de agua.
Uno de los más espectaculares está en el mismo pueblo de Lauterbrunen:
Se trata de Staubachfall, una cascada de 300 metros de altura... im-re-sio-nan-te!
Continuamos adentrándonos en el valle, que cada vez se cierra más con forma de U, las fotos no le hacen justicia.
Un poco más adelante llegamos al parquin de las cataratas Trümmelbachfälle, las cataratas subterráneas más grandes de Europa, y que nos habían recomendado visitar.
El agua que discurre por esta garganta glaciar, proviene del deshielo de las 3 grandes montañas suizas: Eiger, Jungfrau y Mönch.
Pagamos los 11 francos por persona y nos adentramos en las cuevas para ver las cataratas.
Hay un teleférico de túnel que excavaron en la roca hace casi100 años y que te conduce a la parte alta de la garganta glaciar.
Unas escaleras te conducen de una cascada a otra
Subimos hasta la catarata nº10 que es la más elevada, y desde alli fuimos bajando hasta abajo del todo
El lugar es bonito si, pero tampoco me pareció tan espectacular como había leído en algún blog que lo exageraban mucho.
En mi opinión, las cataratas Trümmelbachfälle son totalmente prescindibles.Yo hubiera preferido disponer de este tiempo para hacer alguna visita con teleférico a los bonitos pueblos de este valle, como Mürren y Grimmelwald.
Quizá tengo esta percepción porque soy barranquista y he realizado descensos en muchos cañones, por lo que este tipo de fenómenos naturales no me sorprenden tanto como a otras personas.
Me quedé con mucha pena ya que por horario no nos dio tiempo a hacer una ruta que teníamos prevista: salir desde Wengen hacia el pico Männlichen y caminar hasta Kleine Scheidegg.
Sin duda si vuelvo a Suiza, tratare de quedarme en Lauterbrunen varios días disfrutando de este precioso lugar.