Valls: El fichaje de la temporada

Publicado el 27 septiembre 2018 por Rgalmazan @RGAlmazan

Todos los años se producen fichajes de primera (y de tercera).Los equipos de fútbol se lleva la palma. Pero no hay que dejar de lado a los partidos políticos. El gran fichaje de esta temporada, para las municipales próximas, se llama Manuel Valls.
Ciudadanos le ha elegido para ser cabeza de un movimiento que pretende ganar la alcaldía de Barcelona. Sí, ese que fue primer ministro francés durante dos años y que tiene un currículo político que culmina con un fracaso total, perdiendo las primarias a las presidenciales francesas, y habiendo contribuido de forma considerable en el hundimiento del partido socialista francés.
Hoy, en su ocaso político francés, pretende resurgir en Barcelona, de la mano de un partido cada vez más ultra. Se trata de, una vez que ha bajado a la segunda división francesa, desaparecer de la escena gala para intentar resurgir en Barcelona, como el Ave Fénix. Eso sí, pretendiendo hacerlo en una plataforma independiente –cuando todos sabemos que está bajo el manto del falangito Rivera--, con el fin de acaparar votos de todas las ideologías.

Dice ser de izquierdas, a pesar del apoyo de los naranjitos derechones, y se proclama con orgullo seguidor de Blair, o sea socialista de pega. Algunas de sus derivas ‘socialistas’ son para mear y no echar gota. Defiende alargar la edad de jubilación y poner cuotas estrictas a la entrada de migrantes. Está a favor de los transgénicos y de las centrales nucleares, y se ha declarado seguidor de las tesis de Ciudadanos en el tema catalán. Vamos, ‘un socialista de tomo y lomo’ y un peligro en ciernes de tamaño monumental.
Una de las cuestiones, más importantes para él, es limpiar el espacio público y desalojar a los manteros –sin decir que piensa hacer con ellos, aunque me temo que los quiera devolver a su patria--. De momento, a pesar de seguir siendo diputado de la Asamblea Francesa y cobrar de ella, todavía no ha concurrido a ninguna de sus sesiones esta temporada, debido a que se está centrando en intentar ganar la alcaldía de Barcelona.
Es simplemente un aprovechado, un vividor de la política que no sólo se ha dedicado a su propio interés hasta que ha perdido la batalla, sino que no se conforma y una vez que ha contribuido a hundir al Partido Socialista Francés y ha perdido las primarias a la República, al igual que las ratas, abandona su barco y busca un hueco lejos, en otro lugar: Barcelona. Pretendiendo vender la primera parte de su currículo político –hasta que fue nombrado Primer Ministro--, y olvidándose de la otra parte, la del fracaso total de su partido y de su persona, habiendo quedado en diputado raso, a las órdenes de Macrón, incapaz de asumir su derrota y decidido a volver a triunfar.
Esperemos que su contribución a Ciudadanos sea la misma que fue al Partido Socialista Francés, o sea su hundimiento casi total (hoy el PSF cuenta con 29 diputados de 577, el 5%). Sin embargo, el peligro existe, ya sabemos la fuerza de Ciudadanos en Catalunya y la afición que muchos ciudadanos tienen a líderes políticos, aunque estén en la más absoluta decadencia. Así es que, atentos al Ave Fénix, para que no resurja de sus cenizas.
Salud y República