Valor de Ley, el ‘western’ más perfecto de los hermanos Cohen

Publicado el 01 julio 2015 por Albertoiglesiasfraga @revistaroulette

Tres personajes, en busca de un forajido que ha matado al padre de una chica de 14 años, Mattie, actúan en honor al sentido de lo justo, encontrándose al final con una aventura que perdurará en su recuerdo al cabo de medio siglo. Valor de Ley es un western, al estilo clásico, con un humor de esta época. Me he reído -lo reconozco-, cuando unos condenados a la horca están hablando de reinserción y una voz en el público les espeta algo así como “Cállate llorica”. “En este público hay personas peores que yo”, dice uno de los que van a ahorcar, y entre el gentío se oye una sonora carcajada. ¿Es este el típico humor de los Cohen? Pues quizá sí, y me gusta, haría un –me gusta- en el cajetín correspondiente del facebook.

Pero más allá de gustos puntuales, Valor de Ley, de los hermanos Cohen, es muy buena, y, por favor, que no se compare demasiado con el original de Hathaway, un director, a mi modo de ver, minusvalorado en algunos momentos, con grandes películas, tipo Niágara por ejemplo.

Lo primero que llama la atención de Valor de Ley es lo cabezones que son sus tres protagonistas principales, la chica, el viejo sheriff Rooster y el tejano. Esta niña, de 14 años, tiene un par de h que ya los quisiéramos muchos, es una negociadora, una regateadora valiente, con decisión y con poco miedo a nada. Pero es que el alguacil, encarnado magníficamente por el nominado Jeff Bridges, también se las trae. E incluso Matt Damon (La Boeuf), el ránger de Texas es, como poco, persistente en su caza y captura del asesino.

Hay escenas de una fuerza y emoción, – y digo, emoción, porque he leído por ahí que este remake carece de emoción- bastante considerable. Ejemplo: Mattie en el río con su caballo intentando unirse a Rooster y a La Boeuf, pasándolas canutas, y los otros dos, allí, mirando desafiantes pensando algo así como “esta niña cabezona y pesada, lo va a conseguir”.

Cierto que ayuda a esta historia la definición sicológica de los tres bastiones del film, son “tíos” que se recuerdan. Mattie, por su asombroso deseo de hacer justicia, de vengarse, por su tozudez, por el desparpajo con el que se desenvuelve en un mundo tan hostil como debía ser aquel. Rooster, porque es el “viejo pirata truhán capitán” de vuelta un poco de todo, con un estupendo manejo del revólver cuando está sereno , el abuelo, y La Boeuf porque por fin disparará el tiro que le redima de su inseguridad.

Los tres hallarán después de esta aventura una madurez que no tenían antes. De eso se trata a la par que nos hacen pasar un rato divertido, tenso en ocasiones , transportándonos  de nuevo a esas antiguas películas del Oeste con buenos que no son tan buenos y malos, algo desequilibrados , que no son tan malos.

ARTÍCULO FIRMADO POR CARMELO
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