Valor, Fe y Esperanza

Publicado el 19 enero 2014 por Marijose_sucreriespassions @MariJose_Tnfe

                  12 Años de Esclavitud (12 Years a Slave). Steve McQueen. EEUU. 2013.

          Transcurría el año 1841 en la ciudad de Nueva York, donde Solomon Northup, un hombre culto, familiar, con mujer e hijos que adoraba la música y se dedicaba a tocar el violín en diferentes eventos, vivía como un hombre libre.
     Solomon daba todo por su familia, era confiado, tan confiado que, tras presentarlo a una pareja que se dedica a contratar artistas que le ofrecen trabajo, sin más, decide aceptar la oferta y marcharse con éstos y, después de una velada de celebración, Solomon despierta desorientado y en un calabozo esposado. A partir de ese instante, su vida va a dar un giro abismal, ya que se entera de que la pareja de empresarios, y a pesar de que es un hombre libre, lo vendió como esclavo en Louisiana, en el sur de América.
   
       Desde ese fatídico día, pasó de vivir como quería y con su familia, a pasar de mano en mano sin poder hacer nada para remediarlo.
   
        Ahí comienza una desgarradora historia donde prima el valor, la fe y, sobre todo la esperanza de volver a ver a su familia, de recuperar sus derechos y de terminar con el calvario que se ha convertido su vida.
  Steve McQueen regresa a la gran pantalla tras Shame (2011), repitiendo colaboración junto a  Michael Fassbender, con un drama que no pasa desapercibido para nadie, basado en una historia real narrada en el Best Seller de John Ridley (Biografía de Solomom Northup), y con el que logra transmitir, gracias al gran elenco de actores del que se rodea, el dolor, la impotencia y el drama que sufre el protagonista y el resto de esclavos en una época de abusos, desprecios e intolerancia en las plantaciones de algodón del sur de América de mediados de 1800.

     En primer lugar, y con una interpretación que traspasa la pantalla logrando que el espectador se meta en su piel, Chiwetel Ejiofor, se transforma y representa a un Solomon tranquilo, feliz...que siente pasión por la música y por su familia y, tras el giro que da la historia, se transforma, consiguiendo que nos traslademos a  las plantaciones del sur y nos identifiquemos con la dureza y las pésimas condiciones de vida en las que se ve obligado a vivir junto con el resto de esclavos. Una interpretación soberbia que acerca al actor al Oscar.
   El director consigue retratar el tráfico de personas con un despreciable vendedor que trata a sus esclavos como la mercancía que son, interpretado por un Paul Giamatti que convence, y se centra en el primer destino del recién esclavo, donde, a pesar de que logra mantener una relación llevadera con su amo, Benedict Cumberbatch , que representa a la perfección el papel de un hombre que se siente culpable por comprar esclavos, pero que le falta personalidad para no hacerlo, no lo tendrá tan fácil con el capataz de la plantación, Paul Dano, con una  buena interpretación, que le hará la vida imposible dejando escenas para el recuerdo bastante agónicas, en donde McQueen se olvida de que en el lenguaje cinematográfico, existe algo llamado elípsis,utilizándola en contadas ocasiones durante el transcurso del film, y que hace que dicha película no sea apta para todo tipo de público.
   El segundo destino del protagonista es una plantación liderada por un hombre que lleva su odio y la superioridad sobre sus esclavos hasta un extremo enfermizo, interpretado por un Fassbender que sólo con la mirada y en cada aparición en escena, expresa de una manera extraordinaria y te fulmina con su desprecio, con su forma de entender la vida, la biblia...de un modo espectacular y que no deja indiferente al público con su actuación. Sublime.
   Y, a pesar de que la mayoría de los que aparecen en pantalla aportan y engrandecen el film,  no puedo olvidar a una espectacular Lupita Nyong'o , que interpreta a una esclava joven, trabajadora...por la que el personaje de Fassbender siente una predilección, por no decir obsesión, y que, a lo largo de la narración tiene que pasar por momentos en los que emociona logrando que sufras con ella...Y como no, a Brad Pitt que, a pesar de que haga un papel fugaz, es fundamental e imprescindible en la historia, consiguiendo mejorar el mal recuerdo que me dejó su "paseo" en la última película de Ridley Scott, El Consejero (2013) .
     Con todo ello y consiguiendo, a mi entender una película redonda con la que te emocionas y con la que sufres por momentos...eso sí, no apta para todos los públicos, Steve McQueen se abre paso hacia los Oscars y nos presenta una obra maestra que se recordará tras el paso de los años en la que prima el valor, la fuerza y la esperanza. Tiempo al tiempo.

                                                 12 años de esclavitud (12 years a Slave)
                               Director: Steve McQueen.
                               Guión: John Ridley (Biografía: Solomon Northup).
                              Música: Hans Zimmer.
                               Fotografía: Sean Bobbitt.
                      Reparto: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch,
                                             Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyong'o, Sarah Paulson,
                                             Brad Pitt.