“Un dato fundamental de la experiencia humana común implica que el hijo sea concebido en una unidad inseparable de espíritu y cuerpo mediante un acto de amor conyugal. Si el hijo ya no es “recibido” sino “producido”, es inevitable que, como en todo proceso de producción, antes o después se plantee la pregunta relativa al “propietario”. “El hijo, desde elmomento de su concepción, es “otro” respecto a sus padres, otro con idéntica dignidad que ellos. En su encuentro amoroso, los padres dan espacio a este “otro” para que pueda ser generado. Una apertura que remite al emblema mismo de lo humano: la libertad”. “El hijo, por tanto, es siempre y ante todo un don. Nada debería oscurecer este dato. Es deseable que, tanto en los debates públicos, como en la vida de los esposos y de las familias, se profundice cada vez más en el derecho del hijo más que en el derecho al hijo”.
“Un dato fundamental de la experiencia humana común implica que el hijo sea concebido en una unidad inseparable de espíritu y cuerpo mediante un acto de amor conyugal. Si el hijo ya no es “recibido” sino “producido”, es inevitable que, como en todo proceso de producción, antes o después se plantee la pregunta relativa al “propietario”. “El hijo, desde elmomento de su concepción, es “otro” respecto a sus padres, otro con idéntica dignidad que ellos. En su encuentro amoroso, los padres dan espacio a este “otro” para que pueda ser generado. Una apertura que remite al emblema mismo de lo humano: la libertad”. “El hijo, por tanto, es siempre y ante todo un don. Nada debería oscurecer este dato. Es deseable que, tanto en los debates públicos, como en la vida de los esposos y de las familias, se profundice cada vez más en el derecho del hijo más que en el derecho al hijo”.