Cada uno sabrá hacerse cargo de las decisiones que toma. Y esos cada uno son, somos, gente grande, que tienen una visión del mundo, una ideología, una forma de pensar e incluso la libertad de editorializar la inforamción como mejor crea cada editor y medio. Esto es inalienable. Uno podrá estar de acuerdo o no, se hará mejor o peor, pero no por eso vamos a dejar de decir y criticar que son curiosas, curisísimas, algunas valoraciones editoriales en Argentina. Apuestas, dicen algunos consultores colegas. Término que detesto por que apostar se va al casino, la comunicación no es una ciencia exacta pero mucho menos una especulación cuando detrás de cada desición editorial hay una ejecución conciente de esa valoración PRO-FE-SIO-NAL para editar aquello que se da en llamar "actualidad" o "realidad" o "noticia" y que es generadora de sentido cuando se la acrticula desde un medio masivo de comunicación y que no se articula sólo con lo que se muestra, sino con lo que se decide no mostar (que es una forma de ocultar) y lo que se decide mostrar depende de como se lo muestre (mostrando, también se oculta) y donde también se hace una articulación de sentido y que este puede ser crítico o acrítico, democrático o antidemocrático, de izquierda o de derecha. En toda selección hay exclusión, es insoslayable. Un diario que es para todos, no es para nadie. Es hacerse cargo de la elección que cada uno hace de esa "edición" cada día sin dobles discrusitos. Ya somos grandes.
Y cabe preguntarse entonces lo siguiente: 28.000 estudiantes secundarios decidieron, en asambleas participativas, tomar los colegios públicos de la ciudad de Buenos Aires en rechazo a las modificaciones en las currículas de estudio que afectan, en general, a los colegios técnicos y luego de que el Gobierno de la CIudad rechzará la propuesta de los estudiantes de hacer tomas con dictado de clases. Llevan 14 días de tomas, sin incidentes. En las asambleas participan los padres (tengo dos hijos en el secundario, aunque por mis viajes no participé en ninguna asamblea). Marcharon a los ministerios, sin incidentes. En principio no fueron recibidos por el Ministro de Educación del Gobierno de la Ciudad. Luego, por orden de la Justicia, tuvo que hacerlo. Se reunieron hoy. Seguirán dialogando el viernes. De todo esto, para los diarios impresos de Argentina (estoy en Brasil ahora) nada de esto mereció ser portada de un diario. Cuando escribo nada, es na-da de na-da de nadisíma nada.
Ahora bien unos 1000 Gendarmes se autoacuartelan, se caen a trompadas con sus jefes, generan caos y desmanes, por que les bajaran el sueldo y después de horas de conflicto son portada de los diarios impresos y de la mayoría de los portales de internet de esas mismas publicaciones. A estar claro, no dudo del derecho a reclamar de los uniformados. Pero esta muy clara la apuesta editorial que los medios de Argentina hiceron de ambos conflictos. El futuro de la educación, importa poco y nada. Por más que reguemos ríos de tinta y más tinta "blableando y blablenado" sin fin de continuidad sobre lo importante que es la educación para el futuro de un país pero a la hora del registro histórico de eso que se llama "actualidad", los uniformes gustan más que los libros, el civismo y la democracia, es sólo ver las portadas de los diarios impresos. Y son decisiones, no apuestas, y habrá que hacerse cargo cada uno en lo que le toque. Pero ya sabemos amigos, la culpa de todo la tiene in-ter-net.