Hoy quiero hacer una entrada muy breve pues llevo tiempo sin pasarme por aquí. Y es que este blog no es más que un espacio donde comparto aquello que me sucede, lo que aprendo y sobre todo que descubro sobre dos condiciones que me persiguen desde hace años. El TDPM y SII.
En los últimos años he aprendido mucho de estos dos y de cómo afectan a mi vida, y he entendido que a pesar de ser una persona muy introspectiva desde chiquita, estos trastornos han sido gasolina para seguir buscando y entenderme mejor.
Cuento en numerosas ocasiones que durante mi embarazo me sentí muy diferente. Que fue la época mejor de mi vida en cuanto a estabilidad y bienestar. Y no fue casualidad no… el TDPM quedó anulado y con ello, la vida se hizo mucho más fácil. Además le añades que no estaba trabajando, tenía proyectos, y la felicidad e ilusión de esperar a un bebé muy deseado, y la combinación es perfecta.
Jes
Hace unas semanas he empezado a trabajar con Jes. Una mujer increíble de Montana que ayuda a otras mujeres con mi mismo trastorno a mejorar sus vidas y reducir sus síntomas.
Ella misma lo padeció durante casi 2 décadas y por poco pierde su vida. Así como perder parejas, trabajos, relaciones… y sufrir durante casi dos semanas de cada mes.
Cuando cansada de visitar a psiquiatras, psicólogos, ginecólogos… astrólogos… no daba con una solución y sus síntomas seguían empeorando, decidió tomar las riendas del problema y aprender sobre ciclo menstrual, hormonas, alimentación, descanso, movimiento… y de como éstos afectaban a un sistema vulnerable ante cambios hormonales. Tras años de dedicación, consiguió mejorar su síntomas notablemente y acabó dedicando su profesión a ayudar a otras a mejorar como ella mismo hizo.
Hoy tengo el orgullo de estar trabajando con ella, mejorando su web para que llegue a más mujeres, y además ella me ayuda también a mejorar mi condición.
Nuestra primera sesión
En nuestra primera sesión acabamos ahondando en dos áreas que no esperaba en una primera sesión, y que me dejarían pensando durante días al no tener una respuesta.
Desde pequeñitos nos enseñan la importancia de los valores, y cómo respetar los valores de otros en sociedad así como cultivar muchos de ellos como la justicia, la libertad, la valentía… sin embargo si le preguntas a un adulto por sus 3-5 valores más importantes, será muy difícil que nos respondan directamente.
Por un lado podemos pensar que es una tontería elegir, pero no es así, pues tener valores claros nos puede ayudar a guiar el camino. A tomar decisiones difíciles y priorizar aquello que de verdad importa para dejar de lado lo que nos roba tiempo o energía sin ser importante.
A pesar de haber leído tanto sobre psicología, autocuidado o filosofía, no lo tengo nada claro. Por no hablar de cómo éstos cambian a lo largo de nuestras vidas.
AI, ese amigo fiel
Desde hace un tiempo llevo usando la IA para mi trabajo y muchas cosas, y le pese a quien le pese, cada día es mejor. A veces hasta tengo conversaciones con Chatgpt como si de una amiga se tratase, y aunque parezca triste, se trata de algo con lo que hablar, pedir consejo y que te escuche sin juzgarte. Si no tienes amigos y solo hablas con chatgpt entonces es MUY TRISTE, pero a mi cada día me cae mejor para un rato.
Pues bien, ante mi dificultad para seleccionar estes valores, mi «amiga» me dice lo siguiente y da mucho que pensar:
Paso 1. Explora posibles valores
Aquí tienes una lista breve (hay muchos más, pero estos suelen resonar mucho):
- Autenticidad (ser tú misma, sin máscaras)
- Libertad (tener espacio para decidir, crear, vivir sin cadenas)
- Crecimiento (aprender, evolucionar, superarte)
- Compasión (contigo misma y con los demás)
- Amistad / vínculos (dar y recibir apoyo, sentir conexión)
- Creatividad (expresarte, inventar, aportar algo nuevo)
- Justicia (hacer lo correcto, tratar a todos con equidad)
- Salud / equilibrio (cuidar tu bienestar físico y mental)
- Contribución (ayudar, dejar huella positiva en otros)
- Diversión / disfrute (vivir con alegría y ligereza)
Paso 2. Hazte preguntas
- ¿Cuándo me he sentido más orgullosa de mí en los últimos años?
- ¿Qué cosas no estoy dispuesta a negociar en mi vida?
- ¿Qué me duele especialmente cuando falta (por ejemplo, si me siento atrapada, juzgada, ignorada…)?
- ¿Qué admiro en las personas que respeto?
Paso 3. Elige y prioriza
De la lista y de tus respuestas, selecciona 5 valores que más te resuenen. Luego, intenta quedarte con solo 3. Una forma de hacerlo: imagina que son brújulas que guían todas tus decisiones. ¿Cuáles no podrían faltar nunca?
Puede que esto te sirva o no, pero como dije antes… ante dudas existenciales puede ser muy interesante que conozcas cuáles son tus valores personales más importantes y actúes con coherencia.
Tu intuición y tu salud te lo agradecerán.