Valores para el Desarrollo Positivo Adolescente

Por Oliva23

Vivimos tiempos complicados, momentos de mucha incertidumbre y en los que las contradicciones están a la orden del día. Y pongo un ejemplo: nos quejamos reiteradamente de la falta de valores de los jóvenes, de su hedonismo e individualismo, de su búsqueda de lo inmediato, de su irresponsabilidad y de su desinterés por los asuntos sociales; pero al mismo tiempo ponemos el grito en el cielo cuando echamos un vistazo a los resultados que obtienen en el Informe PISA, e inmediatamente reprochamos –reprochan- a la escuela su incapacidad para formar en las materias instrumentales, y el excesivo tiempo dedicado a actividades que poco o nada tienen que ver con dichas materias. E incluso cuando se intentan introducir en el currículum escolar algunos contenidos relacionados con la educación en valores, no faltan quienes ponen el grito en el cielo ante lo que consideran que son intentos del estado de inmiscuirse en lo que debería ser una tarea reservada a la familia o la Iglesia.
El lector que siga este blog con regularidad ya se habrá percatado de que yo no soy de esa opinión. Muy al contrario, creo que una escuela de calidad no solo deber ser eficaz en lo académico, sino que además debe contribuir a la formación integral del alumnado y al desarrollo de competencias sociales y emocionales. Y que una escuela que dedique su esfuerzo a instruir en conocimientos y en competencias académicas básicas, olvidando la formación socioemocional, estará cometiendo una clara negligencia en la educación de las futuras generaciones de ciudadanos. Por lo tanto, creo que la evaluación de la calidad educativa no debería atender exclusivamente al logro de unos estándares de rendimiento.
El modelo de Desarrollo Positivo Adolescente en el que venimos trabajando desde hace algunos años incluye a los valores morales dentro de las competencias socioemocionales a promover por la escuela (ver aquí). Como los instrumentos estandarizados para la evaluación de esos valores no son tan abundantes como los que existen para comprobar si se han alcanzado objetivos académicos (matemáticas, lenguaje), decidimos desarrollar y validar una escala a tal fin. El modelo de desarrollo positivo construido a partir de la opinión de expertos fue el punto de partida, a lo que se añadió una exhaustiva revisión de los trabajos existentes sobre este tema.
Nuestra escala fue validada con un muestra de 2400 adolescentes seleccionados en centros de secundaria de Andalucía, y se compone de 24 items que se agrupan de ocho dimensiones:
Prosocialidad (importancia concebida a las acciones de ayuda, colaboración y cuidado de otras personas).
Compromiso social (relevancia de la participación activa en la comunidad: participación en asociaciones sociales, grupos políticos, ONGs…)
Justicia e igualdad social (interés por la consecución de un mundo justo e igualitario socialmente)
Responsabilidad (importancia concebida a la responsabilidad personal y la asunción de los propios actos)
Integridad (relevancia otorgada a la actuación en base a principios morales propios)
Honestidad (valoración de sinceridad y la comunicación de la verdad)
Hedonismo (importancia otorgada a la consecución del placer propio por encima de otras metas)
Reconocimiento social (relevancia otorgada al ser reconocido y
admirado socialmente).
Es decir, se trata de valores que forman piezas clave para la promoción del Desarrollo Positivo Adolescente , así como de aquellos que podrían ser considerados como contravalores (hedonismo y reconocimiento social). Estas ocho dimensiones se agrupan a su vez en tres subescalas: valores sociales, valores personales y valores individualistas.
La escala acaba de ser publicada y puede ser utilizada por todo aquel que lo desee.
Antolín, L., Oliva, A., Pertegal, M. A. y López, A. (2011). Desarrollo y validación de una escala de valores para el desarrollo positivo adolescente. Psicothema, 23, 153-159. (ver aquí)