Valverde, el auténtico dueño del [V]alón

Por Elpedalnoticias.com

Alejandro Valverde (Movistar) fue el más fuerte en una edición de la Flecha Valona que reunió a lo mejor del pelotón internacional y reeditó laureles. Es la tercera vez que Valverde gana esta clásica.
Segunda clásica de las Ardenas del calendario ciclista, en los últimos años terreno ibérico con victorias de Alejandro Valverde (2014), Dani Moreno (2013) y Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (2012). Antes, hombres como Philippe Gilbert o Cadel Evans. En definitiva, prueba para hombres de media montaña donde el severo y exigente Muro de Huy hace de meta desde los primeros años de la década de 1980: una media de ascenso del 9% y rampas de hasta el 26%…

La cita concitó la participación no sólo de Valverde, ‘Purito’ o Gilbert, siempre favoritos, sino también de Daniel Martin (Cannondale-Garmin), Tejay Van Garderen (BMC), Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step), Vincenzo Nibali (Astana), Chris Froome (Sky), Rafal Majka (Tinkoff-Saxo), Bauke Mollema (Trek), Rui Costa (Lampre-Merida) y Pierre Rolland (Europcar), entre otros. Es decir, excepto la ausencia del español Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) y de Nairo Quintana (Movistar), la Flecha Valona reunió lo más competitivo del pelotón especializado en la media y alta montaña.

Katusha y Movistar controlaron la cabeza del lote mayoritario, manteniendo el margen de una fuga de 7 corredores. No todos los escapados pudieron conservar el ritmo y la aventura sostuvo hasta 2′ de diferencia con respecto al pelotón a las puertas de los 40 km finales. Para entonces, al equipo ruso y español se sumaron Etixx-Quick Step y Lampre-Merida.

Una aparatosa caída en la cola del pelotón que involucró a corredores de BMC, Sky, FDJ, Tinkoff-Saxo, Movistar y Astaná, no impidió que el margen entre cabeza de carrera y lote continuara descendiendo más y más rápido. A falta de 30 km ya era inferior a 1′.

En tren de neutralizar a los escapados el lote mayoritario fue desgranándose. Los severos repechos en la antesala del desenlace final, hacían mella. Etixx-Quick Step y Tinkoff-Saxo tomaron las riendas del grupo junto a Katusha, mientras Movistar y Astaná colocaban corredores en un grupo perseguidor -Giovanni Visconti y Luis León Sánchez, respectivamente-. El margen de la fuga era de apenas 30” a falta de 20 km y más pronto que tarde el dúo de corredores Visconti-Sánchez serían nueva cabeza de carrera.

En el desenlace de la jornada Etixx-Quick Step hizo lo que en la inmensa mayoría de ocasiones de las clásicas de primavera de 2015:  hegemonizar a fuerza de pedal el ritmo del lote de favoritos -no siempre con éxito final, claro está-. Por entonces Froome quedaba fuera de combate al participar de otra numerosa caída con mayoría de corredores del IAM.

Los esfuerzos de Etixx-Quick Step, la colaboración de Ag2r-La Mondiale, Tinkoff-Saxo y Astaná (sí, Astaná) neutralizaron a Sánchez y Visconti. Desconocemos qué pensaba Nibali cuando atacó y dio por tierra el margen de su compañero Sánchez.

Quedaban 6 km y fue cuando atacó Tim Wellens (Lotto-Soudal) que a falta de 2 km contaba con 9” de margen. Giampaolo Caruso (Katusha) intentó contactarlo pero no tuvo éxito. Wellens mantuvo un ritmo fuerte y fue poco a poco estirando diferencias. A 1 km para meta, el margen era de 14”.

Sin embargo el esfuerzo de Wellens había sido muy grande y el premio lo era aún más. A 600 mt de meta, en las primeras rampas exigentes, el pelotón cazó a Wellens. Después, decidieron los favoritos. Valverde se mantuvo siempre en cabeza de este reducido grupo. Algunos intentaron seguir su ritmo pero nadie pudo superar al murciano. El de Movistar cruzó meta en solitario. Victoria inapelable. El murciano, así, reedita laureles y además, consigue su tercera Flecha Valona.