Vámonos al cine

Publicado el 18 mayo 2017 por Perendengon

Hola, Graminoleños.

Hoy nos vamos al cine, figuradamente claro está. Y es que como hemos podido ir comprobando en los distintos artículos de “La Graminola” el mundo de la música y el del séptimo arte siempre han estado muy vinculados. Cuantas veces alguna película no demasiado “interesante” a priori ha alcanzado popularidad gracias a su banda sonora o cuanto menos a alguna de las canciones que pueden escucharse en ella.

Pero hoy vamos a dedicarle el artículo a películas musicales, a esos grandes títulos, auténtica historia del cine que nos han hecho vivir momentos inolvidables. Tuvieron su momento álgido en las décadas de los 70 y de los 80, decayendo a partir de ese instante, pero son esas películas que han hecho historia y que todos volvmemos a ver periódicamente para disfrutar de su trama, de su coreografía y, por supuesto, de sus canciones. Así que cojamos las palomitas y sentémonos a disfrutar de buen cine … y buena música.

Por cierto, aviso a navegantes. Como siempre digo aquí están algunas, no todas, siempre echaréis de menos algún título que otro. Y de cada una de ellas habrá una o dos escenas o momentos importantes a modo de resumen. supongo, que también echaréis de menos algún momento destacado, pero se trata de resumir un poco. Dicho queda. Eso sí, no descarto en un futuro próximo dedicar un segundo capítulo al cine y sus melodías mágicas.

HAIR

Vamos a empezar con una de mis auténticas debilidades. Cuando vi por primera vez esta película salí del cine muy impresionado. Me parece una auténtica genialidad, con una música espectacular, unas coreografías maravillosas y un argumento de esos que te hacen pensar. Una de mis películas favoritas de siempre.

Estrenada en el año 1979, dirigida por Milos Forman y protagonizada por John Savage, Beverly D’Angelo y Treat Williams, trata sobre el pacifismo y el movimiento hippie, ambientándose en el año 1967 en plena guerra del Vietnam, en la era de “Aquarius”.

El colorido de cada una de sus escenas y la dulzura de su música la hacen única, llegando al momento culminante justamente al final de la película, con una canción cuya letra y melodía hacen disfrutar a todos nuestros sentidos con unas imágenes impactantes.

Es el momento en el que uno de los amigos hippies y pacifistas que el protagonista ha conocido justo antes de marchar hacia Vietnam, y que le ha suplantado en el cuartel para que pueda disfrutar de una gran noche de despedida, es embarcado urgentemente hacia el frente de batalla. La imagen a continuación de un montón de cruces que adornan las lápidas de los caídos mientras suena la mágica “Let the Sunshine In” es realmente impresionante.

JESUCRISTO SUPERSTAR

Sin duda alguna otra de las películas musicales míticas. Seguimos en la década de los 70, ya que fue estrenada en el año 1973 bajo la dirección de Norman Jewison y protagonizada por Ted Neeley, Carl Anderson e Yvonne Eliman, ésta última en el papel de María Magdalena y que pocos años después alcanzaría gran popularidad gracias a otra película mítica: Saturday Night Fever.

No exenta de cierta polémica, esta película se convertiría en una de las más populares de la década de los 70. En ella se nos muestra una imagen muy distinta a la que habitualmente tenemos de Jesucristo, moviéndose en un ambiente hippie, bastante recurrente en aquella época como estamos viendo, y cuyo tema principal fue escuchado una y otra vez.

La película levantaría ampollas a la hora de su estreno en algunos países, sobre todo en España, donde hubo concentraciones de protesta por parte de los sectores más conservadores de nuestra sociedad a la puerta de los cines donde se exhibía, desmayos, críticas feroces … Lo habitual en aquellos tiempos.

Sin embargo, años después la versión teatral protagonizada por Camilo Sesto, Ángela Carrasco y Teddy Bautista cosecharía un éxito descomunal, una vez liberados de tapujos innecesarios. Por cierto, el papel de Judas en la película fue interpretado por una persona de color sin que hubiese apenas comentarios. Hoy en día se me antoja bastante complicado que la situación hubiese sido igual de tranquila.

FOOTLOOSE

Cambiamos de tercio, tanto en cuanto a época como a tipo de música y nos adentramos en el mágico mundo de “Footloose”, una película que marcaría un hito dentro del cine musical para los que somos de mi generación. Una película y una banda sonora verdaderamente imprescindibles.

Estrenada en el año 1984  y dirigida por Herbert Ross contaría con Kevin Bacon, Lori Singer y Sarah Jessica Parker en los principales papeles de protagonista, cosechando un grandísimo éxito en gran medida por su espectacular banda sonora.

La historia del joven que llega a un pueblo en el que está prohibido bailar y escuchar música de rock por el fallecimiento de cinco chicos en un accidente de coche cuando regresaban de un local donde se tocaba esa música y su pelea contra las fuerzas vivas para que los jóvenes retomen la normalidad engancharía al público, en gran medida gracias al tirón que tendría el tema central de la película, el inconfundible “Footlose” del maestro “Kenny Loggins”.

Nos encotramos sin duda alguna ante una de las escenas más famosas del cine habitual, con el baile final en el gimnasio celebrando la vuelta de la música y el baile al pueblo con un Kevin Bacon mostrando sus dotes de bailarín, tan carismático como siempre.

La película está repleta de escenas inolvidables todas ellas acompañadas de muy buena música. Yo me quedaría con el momento en el que el personaje interpretado por Kevin Bacon enseña a bailar a su mejor amigo a pesar de no estar demasiado dotado para ello. Muy buenos momentos acompañados de la música de “Let’s Hear It For The Boy” en la voz de Deniece Williams.

DIRTY DANCING

Hablar de “Footloose” nos lleva irremediablemente a hablar de otra película de similares características y estrenada también en la década de los 80, concretamente en el año 1987, considerándose como uno de los auténticos clásicos del cine de aquella época. ¿Quién no ha visto varias veces esta película y vibrado con sun banda sonora?

Dirigida por Emile Ardolino, “Dirty Dancing” nos dejaría una maravillosa pareja romántica conpenetrada a más no poder en las escenas de baile formada por Patrick Swayze y Jennifer Grey, mostrándonos a un Swayze en una faceta desconocida de bailarín e incluso cantante que cautivaría al público en general.

Por supuesto que el tema central es el que acompaña a la mejor escena de baile de la película con  la inolvidable  melodía de “I’ve Had the Time of My life” interpretada a dúo por Jennifer Warners, hasta ese entonces habitual en los coros de Leonard Cohen y al inimitable Bill Medley, cincuenta por ciento de los mágicos Righteous Brothers.

Una de las novedades que incorporaría la película en lo que se refire a su banda sonora sería la alternancia de temas antiguos, concretamente de la década de los 60 con otros compuestos expresamente para la ocasión. La mezcla sería auténticamente explosiva ya que el disco llegaría al número uno de las listas de ventas de prácticamente todo el mundo.

Con las primeras de estas canciones pondrían de moda de nuevo los sonidos de la música de los 60 y con las nuevas creaciones nos dejarían un éxito tan digno de recordar como este “Hungry Eyes” interpretado por Eric Carmen, que nos dejaría otra de las escenas míticas en la que la buena de Jennifer Grey recibe unas aceleradas clases de baile.

En algunas ocasiones, el cine musical no viene marcado por un argumento que se va aderzando con música y coreografía sino que el camino es el inverso, es decir, un grupo ya consagrado y de éxito rueda una película para lucimiento de su discografía y lucir palmito. Vamos con algún ejemplo.

CAN’T STOP THE MUSIC

En estos casos, la película suele ser un estrepitoso fracaso comercial, pero sirve para vender discos y para que el grupo en cuestión, en este caso Village People, mantenga el interés de los fans en su música. Vamos, es como publicar un grandes éxitos pero con un videoclip de hora y media de duración.

La película sería estrenada en el año 1980, dirigida por Nancy Walker, contando como protagonistas, además de los propios Village People con Steve Gutenberg, antes de convertirse en el principal protagonista de la saga de “Loca Academia de Policía” y por la modelo Valerie Perrine.

La película se supone que es la narración de cómo se formó el grupo y tiene su momento culminante con la escenificación del tema “Can’t Stop The Music”.

La película en sí es una aberración, pero como por aquel entonces la música disco es lo que triunfaba y ellos eran uno de los máximos exponentes de este estilo, pues eso, que quede constancia.

XANADU

Otra película del año 1980 y con unos parámetros en cuanto a éxito y crítica muy similares al de “Can’t Stop the Music”. Al igual que ésta, “Xanadu” cosecharía unas críticas feroces como film contando en cambio con un éxito total en lo que se refiere a su banda sonora, cuyo disco llegaría a los primeros puestos de las listas de todo el mundo.

Además, algunas de las canciones de esta banda sonora lograrían arrasar, algo que no es de extrañar al comprobar que la misma correría a cargo de artistas de la talla de The Tubes, Electric Light Orhestra, Olivia Newton John o el mismísimo Cliff Richard.

La película está protagonizada por la propia Olivia Newton John acompañada de Michael Beck y el veterano y mítico actor de musicales Gene Kelly. Como ya digo la película como tal fue un auténtico fracaso pero la música es espléndida, con una escena inicial en la que Kira, la musa de la danza interpretada por Olivia y sus hermanas van cobrando vida a su llegada a la tierra al frenético ritmo del “I’m Alive” de la Electric Light Orchestra.

Como ya digo, de la película en sí poco hay que decir, pero al menos podríamos disfrutar de un puñado de buenas canciones con el típico sonido de la década de los 80 y la siempre espectacular producción de Jeff Lyne.

FAME

El año 1980 fue muy prolífico en cuanto a películas musicales como estamos viendo, aunque la calidad filmográfica no fuera demasiado alta. Eso sí, hay una gran excepción. Se trata de “Fama” una película que puede considerarse de auténtico culto y cuyos números musicales son parte de la historia del cine. Una gran película.

Dirigida por Alan Parker y protagonizada por Irene Cara, Gene Anthony Ray, Maureen Teefy y Paul McCrane entre otros jóvenes y desconocidos actores, narra las aventuras y desventuras de un grupo de adolescentes en su vida diaria en una de las más prestigiosas y exigentes Academias de formación de actores, bailarines y músicos de la ciudad de Nueva York.

El tema central de la película corresponde a la propia Irene Cara que lograría además con esta melodía el Oscar a la mejor canción. Un gran tema para una gran película musical.

La trascendencia de esta película fue tremenda, siendo imitada una y otra vez sin conseguir acercarse a la calidad del original. Como culminación daría lugar a una serie de televisión que sería emitida entre los años 1982 y 1987 en gran cantidad de países, entre ellos España, alcanzando un gran éxito de audiencia.

POR FIN ES VIERNES

Retrocedamos ahora un par de años hasta 1978 para otra de esas películas míticas. La segunda parte de la década de los 70 fue el momento apoteósica de la música disco, por lo que el cine musical de aquella época no podía estar enfocado hacia otro estilo que la música para bailar.

Su título original es “Thank God It’s Friday” y su argumento es muy sencillo, ya que narra una noche cualquiera en una discoteca ficticia por la que van pasando una gran cantidad de personajes muy peculiares y, sobre todo, se van escuchando grandes canciones de la música disco de aquella época.

Dirigida por Robert Klane y protagonizada por Debra Winger, un desconocido hasta ese momento Jeff Goldblum y la mismísima Donna Summer, contaría con la producción en tareas muicales de Giorgio Moroder, por lo que el éxito estaba asegurado.

La banda sonora de la película lograría un grandísimo éxito, siendo su tema más reconocido “Last Dance”, interpretado por Donna Summer que se alzaría con el Oscar a la mejor canción.

La diva Donna Summer siempre fue un paso por delante en lo relativo a la música disco, innovando una y otra vez. Con “Last Dance” volvería a hacerlo, toda vez que sería la primera ocasión en la que un tema hecho para bailar en discotecas tenía un inicio lento y pausado para romper a continuación. Genio y Figura.

WEST SIDE STORY

Cuantas veces hemos puesto la vitola de clásicos del cine a tantas y tantas películas. Pues vamos ahora con uno de esos largometrajes que puede considerarse histórico. Una película con letras mayúsculas de esas míticas como es “West Side Story”.

Estrenada en el año 1961 y dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins cuenta como protagonistas con Natalie Wood, Richard Beymer y Rita Moreno y no es otra cosa que una versión del clásico de Romeo y Julieta llevado a los tiempos modernos.

La encarnizada rivalidad entre las bandas rivales de los “Sharks” (portoriqueños) y los “Jets” (norteamericanos) nos llevan a unas memorables escenas en las que la coreografía roza la perfección, con unos bailarines que llenan la pantalla con sus movimientos sincronizados al máximo.

Son muchos los momentos destacables de la película, pero yo me quedaría con la escena correspondiente a la canción más popular de la misma. Se trata del momento en el que los portoriqueños cuentan con ironía su maravillosa vida en tierras americanas. Por supuesto que me estoy refiriendo a “América”.

Para que nos hagamos una idea de la entidad de este film, os diré que ganaría nada más y nada menos que once Oscars, entre ellos el de mejor película. Casi nada al aparato.

SONRISAS Y LÁGRIMAS

Vamos con otra de esas películas clásicas del cine musical y que todos habremos visto una y otra vez. “Sonrisas y Lágrimas”, originalmente “The Sound Of Music”, también obtendría un considerable número de Oscars, concretamente cinco, entre el que se encontraba el de la mejor película del año 1965.

Dirigida por Robert Wise y protagonizada por Christopher Plummer y Julie Andrews es sin duda alguna una de las películas musicales más aclamadas de la historia del cine, cuyas canciones son parte viva, asimismo, de la historia de la música.

La famosa historia de la familia Von Trapp y los números musicales con los niños que protagonizan la película están en la mente de todos. Varias son las escenas a destacar pero sin duda alguna la más popular de ellas sea la famosa “Do-Re-Mi”.

A estas alturas del artículo muchos pensaréis que ya están tardando en aparecer dos películas protagonizadas por el mismo artista y que son auténticos mitos dentro del cine musical. Pues bien, ha llegado el momento.

FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE

Como todos os imaginaréis hablo de John Travolta y la mítica “Fiebre del Sábado Noche”, posiblemente la película más influyente dentro del panorama cinematográfico musical de la era moderna y que marcaría un antes y un después a la hora de hacer cine de estas características.

La película supondría el lanzamiento al estrellato del actor y su banda sonora, que como todos sabemos corrió a cargo de Bee Gees fue un bombazo a nivel internacional. Por todos estos motivos, está considerada como una de las películas musicales más importantes de la historia del cine.

Sobre esta película y su música todo quedó explicado en el correspondiente artículo dedicado a la figura de los hermanos Gibb (Ver La Graminola de 23 de marzo de 2016), por lo que lo mejor es deleitarnos con una de sus escenas más destacadas, como esta en la que suena “More Than a Woman”.

Como suele suceder en estos casos, el gran éxito cosechado por esta película llevaría al rodaje de un segunda parte que no alcanzaría ni de lejos el éxito del original pero que dejaría unas cuantas buenas canciones y algunas escenas dignas de destacar.

STAYIN’ ALIVE

La película fue estrenada en el año 1983 y cuenta con la pecularidad de que su director sería Silvester Stallone. El protagonista absoluto volvería a ser el señor Travolta y la mayoría de las canciones llevarían el sello de Bee Gees, contando con una colaboración bastante especial en la personal de Frank Stallone, hermano de Silvester. Todo muy llamativo como puede verse.

Tanto su éxito en taquilla como el de su banda sonora fue bastante inferior al de “Saturday Night Fever”, pero sus números no estarían nada mal. Y es que cualquier cosa que llevase el sello de los hermanos Gibb y contase las peripecias del famosísimo Tony Manero estaba destinada a lograr buenos resultados.

El tema principal de la película correría a cargo de Bee Gees, como no podía ser de otra manera, y llevaría el título de “The Woman In You”.

Lo más curioso de la banda sonora de esta película radica en que la canción más popular y que más alto llegaría a las listas de éxito no sería ninguna de las interpretadas por los señores Gibb, sino que ese privilegio recaería por un hasta entonces prácticamente desconocido Frank Stallone.

Su interpretación en el tema “Far From Over” se convertiría en la canción más representantiva de esta banda sonora y de la misma manera que llegó desaparecería de la circulación.

Sin solución de continuidad llegamos a …

GREASE

Si con “Fiebre del Sábado Noche” asistimos a la presentación en sociedad de “John Travolta”, con “Grease” asistiríamos a su consagración definitiva, convirtiéndose en un auténtico icono para los jóvenes de aquella época.

La importancia de esta película fue capital para la historia del cine musical y sobre ella está todo dicho en el artículo que desde este blog le dediqué merecidamente (Ver “La Graminola” de 14 de agosto de 2016), por lo que simplemente disfrutemos de su tema central, interpretado por Frankie Valli.

Lo que muy poca gente recuerda es que en el año 1982 se estrenaría una segunda parte que haría bueno el famoso dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”, ya que sería una película deprimente, con una taquilla bastante pobre y unas críticas feroces, con toda la razón, en la que ni tan siquiera la música estuvo a la altura.

GREASE 2

Sinceramente la película es un espanto y la música está muy por debajo que la que pudimos disfrutar en la primera parte. Su estreno se produciría en el año 1982 y sería dirigida por Patricia Birch, contando como protagonistas principales con Michelle Pfeiffer, Maxwell Caulfield y Adrian Zmed.

Por si fuera poco el argumento es disparatado y los principales protagonistas de la primera entrega no aparecen en esta segunda. Resulta difícil destacar alguna escena o alguna canción, pero a título informativo quizás podríamos quedarnos con la esecena final con la canción “We’ll be together”, una especie de “We go Together” pero en plan balada. Un desastre, vamos.

En un principio se tenía pensado estrenar dos entregas más de la saga, pero dado el estrepitoso fracaso en taquilla de esta segunda y las escasas ventas de su banda sonora las dos restantes no serían rodadas finalmente. Sabia decisión.

CABARET

Hay títulos míticos dentro del cine musical, no cabe duda, y “Cabaret” es uno de ellos. Como podemos comprobar los Oscar han estado muy marcados por este tipo de cine ya que son numerosos los musicales que han triunfado en sus galas incluyendo esta película.

Estrenada en el año 1972, dirigida por Bob Fosse y protagonizada por Liza Minelli, Michael York y Joel Grey, se convertiría en un auténtico fenómeno de masas, arrasando en taquilla y dejándonos momentos espectaculares de la historia del cine musical que siempre permanecerán en nuestra retina.

He de reconocer que la primera vez que vi esta película me impresionaron mucho sobre todos los números en los que aparecía el maestro de ceremonias. Su cara maquillada, su vestimenta, sus coreografías y su forma de cantar me cautivaron sobremanera, como por ejemplo en el primer número musical del film el ya clásico “Wilcomenn”.

Pero sin duda alguna, los números más especiales y espectaculares son aquellos en los que aparece la grandísima Liza Minelli. La película obtendría 8 estatuillas de Hollywood, entre ellas la de mejor actriz en la persona de Liza, quien se muestra arrebatadora y arrolladora en cada uno de los números en los que aparece.

A pesar de que se escaparía el Oscar a la mejor película que ese año recaería en “El Padrino”, escenas como el famoso “Money Money” están a la altura de cualquier grandísima película que se precie.

LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE

Cuando hablamos de cine musical inmediatamente nos imaginamos una comedia romántica, un drama de época o una película en la que las relaciones amorosas lo llenan todo. De vez en cuando nos encontramos con grandísimas sorpresas como en el caso de la película de la que hablamos a continuación.

 “La Leyenda de la Ciudad sin Nombre” es una película del año 1969 protagonizada por Lee Marvin, Clint Eastwood y Jean Seberg que en un principio parece tratarse de un western tradicional pero de inmediato se convierte en un espectacular musical con escenas verdaderamente memorables.

La más especial de todas ellas es sin duda alguna en la que Lee Marvin interpreta “Wanderin’ Star”, una preciosa canción que cautiva de principio a fin con unos coros sensacionales y un Marvin cantando con su voz carrasposa, grave, rasgada. Hay escenas que valen su peso en oro y ésta es una de ellas.

FLASHDANCE

Vamos ahora con otra de las películas más taquilleras de la década de los 80 y con un argumento muy en la línea de “Fama”. Estoy hablando de “Flashdance”, un film en el que el baile y, por consiguiente, la música, lo llenan todo.

Estrenada en el año 1983 y protagonizada por Jennifer Beals, nos muestra la historia de una joven bailarina que aspira a convertirse en profesional mientras trabaja duramente para intentar abrise camino, dejándonos escenas tan llamativas como en la que se marca una coreografía que incluye un momento estelar en el que sentada en una silla hace caer sobre ella un torrente de agua. Además, el tema central del largometraje, “Flashdance … What a Feeling” interpretado por Irene Cara, ganaría el Oscar a la mejor canción de ese año.

La banda sonora de la película fue producida por Giorgio Moroder, sinónimo de éxito asegurado, logrando unas ventas más que considerables gracias al tema central de la misma y a otra canción interpretada por un desconocido cantante que llegaría a los primeros puestos de las listas de éxitos de todo el mundo.

Me estoy refiriendo a “Maniac” interpretado por Michael Sembello, otro de los éxitos más populares de la década de los 80.

A continuación vamos con un caso muy curioso, en el que un grupo en principio humorístico daría lugar en primer lugar a la creación de una espectacular banda y a continuación a una película desternillante, plagada de grandes del blues y con una música cinco estrellas.

GRANUJAS A TODO RITMO

En el año 1975, los actores John Belushi y Dan Aykroyd crearon un dúo musical para el programa televisivo Saturday Night Live que con el paso del tiempo iría evolucionando, rodeándose de grandes músicos de estudio y dando cuerpo a los majestuosos The Blues Brothers.

Años después, en 1980, John Landis dirigiría la película del mismo título (en España se estrenaría como “Granujas a Todo Ritmo”) en la que Belushi y Aykroyd estarían acompañados por actores como Carrie Fisher o John Candy, contando con las apariciones estelares de grandes del blues de la talla de Ray Charles, Aretha Franklin, James Brown o John Lee Hooker.

Sinceramente, es difícil encontrar una banda sonora con mejor música que ésta. Como podéis imaginaros, el momento culminante de la película, la escena esperada por todos llega con su mítica canción: “Everybody Need Somebody”.

Tratándose de cine musical no podía faltar alguna protagonizada por niños, algo muy recurrente, así que vamos con una de las más representativas de esta “variante”.

ANNIE

Nos vamos hasta el año 1982 momento en el cual una película musical protagonizada por niños y aderezada pues por voces tiernas e infantiles lograría un gran éxito. Dirigida por el magnífico John Huston y protagonizada por Albert Finney, Carol Burnett, Tim Curry y la niña  Aileen Quinn protagonista principal en el papel de Annie.

La conocida historia llena de ternura y drama de la pequeña huérfana que intenta encontrar un hogar nos dejaría grandes escenas, siendo la más reconocida aquella en la que interpreta la canción “Tomorrow”.

Como os habréis dado cuenta, la mayoría de las películas que han ido apareciendo por el artículo de hoy fueron estrenadas mayoritariamente en la década de los 70 y de los 80. ¿Quiere decir esto que a partir de ese momento no ha habido buen cine musical? Lo cierto es que escasean las grandes producciones musicales que hayan sido capaces de adquirir la categoría de clásicos, pero cine musical ha habido, aunque también con notables diferencias. Me explico.

De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda el rodaje de películas musicales inspiradas en la discografía de algún artista o grupo de reconocido prestigio en el que son los propios actores los que cantan sus canciones. Vamos con un par de ejemplos, empezando por el más representativo y exitoso que a buen seguro ya estáis imaginando cual es.

MAMMA MIA

Abba han sido uno de los grupos más grandes de la historia del pop moderno, sin ningún genero de dudas. Periodicamente se vuelven a poner de moda por distintas causas. En el año 2008 lo harían gracias al estreno de la película “Mamma Mia” que se convertiría en el gran acontecimiento cinematográfico-musical de aquel momento.

La película fue dirigida por Phylida Lloyd y sus protagonistas principales serían Meryl Streep, Pierce Brosnan, Colin Firth y Amanda Seyfried. Nos encontramos a una de esas películas por las que no pasa el tiempo y que muchos ven periódicamente. La música de los suecos siempre ha sido lo suficientemente atrayente y las escenas del film son todas ellas una auténtica joya.

Cualquiera de las escenas en las que suena la música de ABBA podría ser la elegida para aparecer en el artículo de hoy, pero como hay que elegir una me quedo con el momento en el que suena “Dancing Queen”. Ver a la grandísima Meryl Streep cantar y bailar llena totalmente la pantalla.

Para cerrar el artículo de hoy vamos con otra película muy en la línea de “Mamma Mia”, aunque con una trascendencia bastante escasa, que pasaría bastante desapercibida pero que a mí me encantó cuando la vi.

AMANECE EN EDIMBURGO

Se trata de una película inglesa bastante reciente, concretamente del año 2013, de bajo coste e interpretada por actores totalmente desconocidos en nuestro país a la que apenas se le dio publicidad, pero que cuenta con buenas coreografía y momentos musicales bastante más que aceptables.

Como sucede en estos casos, lo más importante es la banda sonora, y es que en esta oportunidad el hilo conductor de la trama de la película es la música de uno de los grupos escoceses más importantes de la historia musical de ese país: “The Proclaimers”.

Como cualquier película musical que se precie, lo mejor está reservado para el final, con un número muy cuidado, con una gran coreografía, en la que los actores bailan y cantan al ritmo de una de las mejores canciones de la década de los 80 y la más representativa de la carrera del dúo de gemelos escoceses. De hecho, está considerada por sus compatriotas como una especie de himno nacional no oficial. Por supuesto que me estoy refiriendo a “I’m Gonna Be (500 miles)”. Espectacular escena en la que los protagonistas van cantando en un inicio lento y melancólico para romper al final con una apoteósica coreografía. No os la perdáis de principio a fin.

El mundo del cine y el de la música siempre han mantenido un romance estable que nos ha deparado algunos de los mejores momentos de ambos artes. Espero que el artículo de hoy haya servido para refrescaros la memoria y haceros disfrutar. Y lo mejor de todo es que esa unión a buen seguro que nos seguirá dejando buen cine y buena música.

Lo bueno de esta mezcla es que el disfrute es doble. Quien vibre con la música estará encantado y a los amantes del cine les encantará igualmente. A los que como yo nos emocianamos con ambos artes disfrutaremos por partida doble. Por cierto mientras he ido escribiendo este artículo se ma han ido viniendo a la cabeza otras películas que … pero eso ya es otra historia que contaré en su momento.

Hasta la próxima, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ