Si estás cuidando a un padre anciano o te enfrentas a los desafíos de ayudar a un ser querido o amigo con enfermedades crónicas, discapacidad o personas mayores, no estás solo. Eres uno de los 50 millones de personas que cuidan a un adulto mayor. Los cuidadores brindan el 80 por ciento de la atención en el hogar, pero a diferencia de las enfermeras y los auxiliares de salud, no reciben remuneración por su trabajo de amor.
El cuidado es un trabajo difícil que puede afectar las relaciones, los trabajos y el bienestar emocional. Los que se preocupan por los demás también deben asegurarse de cuidarse a sí mismos.
Aquí hay algunos consejos importantes para los cuidadores:
No tengas miedo de pedir ayuda.
Tendemos a esperar hasta estar en las últimas antes de pedir ayuda y consultas. Busca la ayuda de un trabajador social clínico con licencia u otro profesional capacitado.
No es fácil decirles a tus padres qué hacer
Lo más difícil de cuidar a un padre es el día en que tiene que decirle que necesita ayuda, que ya no puede conducir o puede que tenga que mudarse de su casa. Discute los deseos de cuidado a largo plazo antes de que ocurra cualquier disminución.
Cuida tu salud mental
No es inusual sentirse frustrado con tus padres o hijos cuando rechazan tu aporte y ayuda. Busca una referencia o un profesional que pueda ayudarte a enfrentar tus problemas y frustraciones personales.
Mantente informado
Vivimos en un mundo de cambio constante. Los medicamentos y los tratamientos cambian constantemente y la única forma de mantenerse al día es mantenerse informado con las últimas noticias. Asiste a las conferencias locales de cuidadores, participa en grupos de apoyo, habla con amigos y familiares y habla con profesionales en el campo de la gerontología y la geriatría.
Dedica tiempo para ti
Los cuidadores que experimentan sentimientos de agotamiento deben aceptar que ocasionalmente pueden necesitar un descanso de su ser querido para brindarle la mejor atención.
Risa
El humor y la risa son sanadores tremendos.
Ayuda para contratar
Si es posible, es posible que desees contratar ayuda. Lo más importante es encontrar personas confiables para brindar asistencia. Utiliza las agencias de atención domiciliaria recomendadas, habla con amigos sobre tus experiencias y entrevista a profesionales antes de decidir cuál vas a contratar.