Vamos a ir explicando algunas cosas

Por Tutetuan14

Como, comentamos, hemos estados preguntando, leyendo, investigando sobre el tema que nos preocupa: la subestación eléctrica del metro de Cuatro Caminos que está pegadita al nuevo aulario del colegio de los niños, El Porvenir, en Madrid. El tema no es para menos.

Los colegios son lugares sensibles para la contaminación electromagnética, sí o sí, sin lugar a dudas, si estos centros están expuestos a campos electromagnéticos como pueden ser los de baja frecuencia –subestaciones eléctircas- o de alta frecuencia –antenas de telefonía móvil, aunque hay más-. ¿Por qué son lugares sensibles? Porque hay niños, los niños tienen un sistema inmunológico aún inmaduro, en formación, y además la OMS considera los campos electromagnéticos como posiblemente cancerígenos, y se recomienda ante todo el principio de precaución, que es saltado a la torera por las eléctricas, aunque también por las teleoperadoras de telefonía móvil. De hecho, la Comisión de Medio Ambiente del reconoció en 2009 los riesgos de vivir o trabajar cerca de líneas de alta tensión y de subestaciones eléctricas. 

Afortunadamente en la hemeroteca queda constancia de que los tribunales empiezan a considerar los efectos nocivos de las Parlamento Europeo radiaciones electromagnéticas, como una condena impuesta a Iberdrola por el Tribunal Supremo por la contaminación electromagnética de un transformador en Murcia o la Audiencia Provincial de Castellón que obligó a la retirar un transformador en Burriana al considerar que existía indicio significativo de que el nivel de exposición en las viviendas era un factor de riesgo. Pero que unos ganen, no significa que la lucha sea fácil y rápida.

Con lo que o contaremos ahora hemos tenido un bajón, una decepción.Y es que en nuestra legislación existe un desamparo legal que está  lesionando el derecho a la salud recogido en el art.43 de la Constitución. En España, la legislación aplicable que es el Decreto 1066/2001, única norma española por la que se establecen unos límites de exposición de los ciudadanos a campos electromagnéticos, está desfasada y  no contempla los campos de extremada baja frecuencia. Así que, en ella no se definen los límites de exposición residencial a los CEM (campos electromagnéticos) de extremada baja frecuencia a los que cotidianamente estamos expuestos.

Así que nos preguntamos: ¿significa esto que si la potencia que pasa por la subestación del metro de Cuatro Caminos se ajusta a esa ley, Iberdrola – quien da electricidad a la subestación- le dará el visto bueno y basta, aun superando el límite aconsejado por organismos como el Parlamento Europeo? ¿De qué nos sirve a los padres que nos digan que las inspecciones están ok, que han superado la prueba, si realmente la legislación no toma en cuenta los nuevos estudios y criterios actualizados? Si una ley es obsoleta e injusta, como ésta, y si un colegio no se preocupa por seguir el principio de precaución de no alejarse debidamente de los campos electromagnéticos, los padres y madres no tenemos por qué permitir que los niños estén en medio.