"Vamos por el buen camino"

Por Mihijounico @mihijounico
Hasta ahora sentimos como padres que en lo que respecta a la crianza de nuestro hijo vamos por el buen camino. Cuando llegó a nuestra vida,  mi esposo y yo conocimos lo que era la verdadera felicidad, pero porsupuesto con ella también vienen las dudas respecto a si seriamos buenos padres, queriamos darle una buena educación en todo sentido, no queriamos repetir los errores que cometieron con nosotros, y aunque no era una preocupación constante, si era algo que nos ponia a pensar y  a imaginar como guiar a nuestro hijo en el buen camino.
Nuestro propósito no ha cambiado y siento que ese es el fin de todo padre y madre, desean que sus hijos sean personas de bien. Sin embargo estamos conscientes que a veces es más fácil decirlo que hacerlo, que  cuesta mucho efectuar nuestra labor de padres, debido a que los rasgos negativos de nuestra personalidad en ocasiones salen a flote cuando nuestra paciencia esta al limite y no soportamos más y luego la conciencia te dice "hiciste mal".
No queremos dañar a nuestros hijos y a veces evaluamos nuestros métodos de disciplina. Con tanta corriente de moda a veces es fácil que nos dejemos influir, de modo que encontrar el punto exacto o el equilibrio perfecto es muy difícil. Por ejemplo me he fijado de mamás que no se inmutan ante el mal comportamiento de su pequeño, no los corrigen con firmeza ni le ponen limites claros por temor a dañar su autoestima, y el otro extremo: recientemente escuchaba unos gritos e insultos de una mujer que me llamaron la atención, cuando sali a mirar por mi ventana vi que la mujer caminaba bien delante de su hijo, un pequeño de no más de 4 años al que venia insultando y gritandole, no entendí el porqué, el pobrecito venia llorando y pensé que esto era la otra cara de la moneda y porsupuesto también pensé que la mujer aquella era una bruja mala, de las peores madres, y de estas me da pena decirlo veo muchas en mi comunidad...me indigné!.
Personalmente trato de buscar el equilibrio como mamá desde que nació mi hijo, dejo que el corazón me guie en las situaciones difíciles, pero también le hago caso a mi mente. Nunca he dejado de disciplinar a mi hijo, jamás han faltado los abrazos, los besos y los te quiero demasiado, hay suficientes momentos de juego en nuestra vida, un poco de esparcimiento y diversión familiar, he tenido que aprender a bajarle la intensidad a mi voz y a respirar profundamente cuando veo algo inaceptable.
Mi hijo es un niño sociable, super inteligente, lee desde los tres años y sobre todo muy amoroso con la gente que le rodea. Tiene sus momentos de enojo y de llanto como todo niño pero lo veo crecer felíz y eso me hace ver que vamos por el buen camino, que aún nos falta mucho por recorrer y que solo depende de que la vida nos de los años suficientes para continuar con esta labor tan grande que se nos ha encomendado.
Hoy se levantó temprano y lo primero que hizo fue abrazarme y decirme "te quiero mucho mamá...". Le dije "yo también te quiero muchísimo mi amor".