Mis queridos seres míticos. Ya llevamos seis días del reto bastante bien logrados. ¿Se están divirtiendo? Yo me la estoy pasando de lo lindo y, para no parar esa racha, seguiré hoy con la reseña de la película que mencionamos ayer de la saga de Vampire Academy y cuyo nombre comparte. ¿Están listos para esto? Veamos qué sale y espero que no me maten si no coincidimos del todo en nuestra opinión sobre el tema. Pues bueno, vayamos a eso. Por cierto, aviso desde este momento que la reseña contiene algunos spoilers no muy básicos para la trama pero sí para la comparación con el primer libro, al que pertenece la adaptación. Así que, si no han leído los libros pero pretenden hacerlo, lo mejor es que se abstengan un poco de leer la reseña. Al menos de momento, ya vendrán luego de ver la película a decirme qué cosas creen que son ciertas y en cuáles pude haberme equivocado. Como siempre, estamos aquí para leerlos y comenzar lo que podría ser un buen debate. Pero bueno, vayamos a ello que es lo que todos están esperando, estoy seguro.
Creo que comenzaré esta reseña con las cosas que me han gustado del filme. Para comenzar, la adaptación del guión. Pienso que en realidad ha sido buena. Claro que no se trata de un calco literal de cada uno de los diálogos de los personajes, pero es un hecho que sacaron los más emblemáticos, esos que marcaron ciertas pautas dentro del mundo de Vampire Academy, y se encargaron de ponerlos dentro de la película. Admito que no fue muy complicado pues Rose Hathaway, la protagonista, relata más de lo que se dice en el texto y, también, los eventos que cuenta los describe demasiado desde su punto de vista particular resaltando las emociones; por lo que los eventos del papel a la pantalla fueron sencillos de llevar. Que estén bien llevados..., bueno, ese es un tema que dejaré para más adelante.