Justo un día después de cumplir 50 años el duro entrenamiento y los excesos han decidido pasarle factura al "Músculo de Bruselas". Van Damme se quejaba ayer a su asistente de problemas respiratorios en el set de rodaje en Nueva Orleans de su nueva película, Weapon, en la que da vida a un asesino a sueldo. Minutos después y ya en el hospital los médicos le diagnosticaron un infarto leve de corazón y le aconsejaron alejarse de las sesiones diarias de entrenamiento a las que se somete (y que incluyen desde horas de bicicleta a meditación Zen).
Al parecer, tras el rodaje de la película (que está terminada al 70%) el actor pensaba retomar su carrera como luchador de kickboxing al más puro estilo Rocky con un combate en Las Vegas ante el medallista olímpico de boxeo Somluck, de cuyo ganador hubiera salido el próximo aspirante al título del mundo de K-1. Me da que ya nada de nada.