Son muy célebres sus composiciones para “Carros de fuego” (1981), de Hugh Hudson (por la que ganó un Oscar), “Desaparecido”, de Costa-Gavras (1982), “Blade Runner”, de Ridley Scott (1982), “El año que vivimos peligrosamente”, de Peter Weir (1982) y “1492: La conquista del paraíso”, de nuevo con Ridley Scott (1992).
Su música se caracteriza por el uso de sintetizadores y, ocasionalmente, de instrumentos acústicos, para crear atmósferas de un sonido envolvente, en un tono generalmente grandioso y solemne. No es sencillo enmarcarla dentro de un género en concreto, aunque es habitual incluirla en las filas de las llamadas Nuevas Músicas o en el clásico contemporáneo.
En cualquier caso, la diversidad y complejidad de la obra contenida en su discografía hace difícil su catalogación como artista puramente New Age, ya que incluso es considerado uno de los pioneros de la vanguardia de la música electrónica nacida a mediados de los años 1970.
En los últimos años su aportación al cine ha sido escasa, pudiendo mencionarse su colaboración en la cinta “Alejandro Magno”, de Oliver Stone (2004).
Música para "Blade Runner"
Música para "Carros de fuego"