El pasado 20 de agosto publiqué en este blog un post http://javiermadrazo.wordpress.com/2010/08/20/sarkozy-el-deportador/, en el que, bajo el título “Sarkozy, el deportador“, hacía referencia a la política de inmigración del presidente francés, que pone en cuestión derechos humanos fundamentales, especialmente en el caso de la población gitana, que es enviada a sus países de origen, concretamente a Bulgaria y a Rumania, con un cheque de 300 euros las personas adultas y 100 euros las menores y los menores de edad. Sarkozy muestra con esta iniciativa el rostro de la derecha más racista y xenófoba, que se propaga por Europa como la peste, sin que nada importen las denuncias de las organizaciones de derechos humanos, los partidos de izquierda o los agentes sociales. La “mano dura” vende, y aún más en época de crisis, mientras los principios de libertad, igualdad y fraternidad están tan devaluados que nadie cotiza por ellos. Os adjunto un enlace a una noticia recogida en el diario Público, en el que se alude a una condena expresa de Naciones Unidas al presidente galo por su política contra la etnia gitana, aunque sus integrantes sean, a priori, ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho de la Unión Europea. Sarkozy recibe su merecido, aunque me temo que hará oídos sordos a las recomendaciones de Naciones Unidas, demostrando que este organismo pierde fuerza porque sus dictamenes y resoluciones quedan siempre en papel mojado cuando critican las actuaciones de los Gobiernos que mandan en el mundo. En los países empobrecidos, la situación y el pulso de poder son, por contra, bien diferentes.
http://www.publico.es/internacional/333958/onu/condena/paris/racismo/gitanos