Si padeces varices y tienes que estar de pie durante un buen rato, intenta mover cada cierto tiempo los dedos de los pies dentro de los zapatos y ve cambiando frecuentemente de postura; de esta manera ayudarás a activar la circulación. En la ducha diaria, recuerda darte un ligero masaje en las piernas con agua fría, siempre en sentido ascendente, es decir, empezando por los pies y subiendo hasta los muslos. Si padeces de varices, debes evitar siempre la depilación con cera caliente; elige el método de cera fría, el de los papeles depilatoros, o bien de las cremas. Por último, recuerda que la exposición prolongada al sol es perjudicial para las piernas con varices y que, por el contrario, practicar deportes como la natación o la bicicleta, es lo mejor para evitarlas e impedir que se desarrollen. Contra las varices, machaca 12 ajos y mézclalos con el zumo de un limón grande y dos cucharadas soperas de aceite de oliva; deja reposar la mezcla durante 8 horas y aplícatela luego en las zonas donde tengas las varices. Si quieres evitar la flaccidez y la aparición de varices, debes olvidarte de las duchas y baños con agua demasiado caliente; a partir de ahora, acostúmbrate a utilizar agua templada o, mejor aún, fría; estimulará tu circulación sanguínea y tonificará tu piel .