Recuerdo con gran claridad una frase que solía decir el Director General de la empresa en la que conseguí mi primer empleo serio: “al trabajo se va silbando, y se sale silbando de trabajar”. En aquel momento no tenía muy claro qué es lo que con aquello quería decir. Pensé que serían “costumbres holandesas” ya que tanto la empresa, como aquel alto ejecutivo acababan de instalarse en España.Es ahora, años después, cuando realmente entiendo que aquel chascarrillo encerraba un mensaje de gran trascendencia relacionado con la felicidad en el trabajo y es que ésa satisfacción no se encuentra por hacer lo que uno quiere, sino por querer lo que uno hace.Como se analiza en el ebook que tatum publicó sobre Felicidad en el trabajo, son cuatro los factores que determinan que el individuo pueda sentirse dichoso en el entorno laboral: la persona, el jefe, el equipo y la cultura/estrategia de la organización.De esos cuatro, me quiero centrar en el primero, y no porque los otros no tengan importancia, sino porque creo firmemente que la clave para conseguir la felicidad reside en uno mismo.
Recuerdo con gran claridad una frase que solía decir el Director General de la empresa en la que conseguí mi primer empleo serio: “al trabajo se va silbando, y se sale silbando de trabajar”. En aquel momento no tenía muy claro qué es lo que con aquello quería decir. Pensé que serían “costumbres holandesas” ya que tanto la empresa, como aquel alto ejecutivo acababan de instalarse en España.Es ahora, años después, cuando realmente entiendo que aquel chascarrillo encerraba un mensaje de gran trascendencia relacionado con la felicidad en el trabajo y es que ésa satisfacción no se encuentra por hacer lo que uno quiere, sino por querer lo que uno hace.Como se analiza en el ebook que tatum publicó sobre Felicidad en el trabajo, son cuatro los factores que determinan que el individuo pueda sentirse dichoso en el entorno laboral: la persona, el jefe, el equipo y la cultura/estrategia de la organización.De esos cuatro, me quiero centrar en el primero, y no porque los otros no tengan importancia, sino porque creo firmemente que la clave para conseguir la felicidad reside en uno mismo.