¿Vas sobrado de tiempo?

Por Falcaide @falcaide
Un día charlando con José María Ortiz, miembro del Top Ten Management Spain y autor de Las estrategias de Ulises, entre otros muchos libros, me decía: "Un buen directivo tiene que ir un poco sobrado de tiempo. La claridad exige distancia. Un directivo que no da más de sí, no puede ser un buen directivo. Un ejecutivo debe tener curiosidad por aprender cosas interesantes. Yo siempre que hago un proceso de selección pregunto al candidato que hace fuera del trabajo. Si no tiene cosas interesantes, me da miedo. La nitidez de miras te la proporciona el ver las cosas con perspectiva. El tener cosas interesantes que hacer fuera del trabajo te permite olvidar la realidad y volver con otra mente al tema en el que estás inmerso. Si vuelvo sobre la realidad con la misma mente no se me ocurrirán cosas distintas".
Es una paradoja, pero más claro el agua. Quien sólo trabaja acaba trabajando peor. El poeta húngaro Attila József (1905-1937) decía: "Los hombres que no saben divertirse me dan miedo". Uno de nuestros clásicos, Aristóteles, hace más de 23 siglos apuntó: "El exceso de trabajo impide la adecuada contemplación de la belleza y de la verdad".
Es un buen recordatorio para todos aquellos que presumen de no tener tiempo para nada (ver post Si no estás estresado eres un don nadie). El sentido común –o sea, el menos común de los sentidos– nos dice que es necesario equilibrar los tiempos de placer y deber porque eso nos hace más útiles cuando tenemos que aplicar la energía al trabajo. De lo que se trata es de ser productivos con nuestro tiempo (sobre esto os puede asesorar José Miguel Bolívar de Optima Infinito) y como se repite hasta la saciedad: No se trata de trabajar más sino de trabajar mejor. La gestión del tiempo orientada a la productividad siempre ha sido importante pero cada vez lo será más en un entorno de mayor competencia y donde existen más ladrones de nuestro tiempo.
La vida tiene múltiples facetas y moverse exclusivamente por una de ellas deja a la mal sabor de boca. Mi colega Luis Huete, me comentaba: "Esa idea equivocada de que cuando acabe esto haré lo otro es un engaño. La vida vuela y además no hay una segunda oportunidad: lo que no hayas hecho ya no lo haces; lo que no practicas ni desarrollas no lo disfrutas. Si no te cultivas culturalmente, si no cuidas a tus amistades, si te olvidas de tu familia... pierdes la sensibilidad para disfrutar. En la vida hay que tener una apuesta plural. Las personas que tienen un focus unidireccional, bien en lo profesional o en lo personal, corren el riesgo de acabar más desequilibradas que aquellas que tengan intereses variopintos. En mis sesiones digo que no dedicamos más tiempo a otras cosas, no porque las empresas nos obliguen (que también es cierto), sino porque no tenemos una razón de peso para ocuparnos de ellas (amigos, la familia, etc). Mi experiencia con altos directivos destacados me dice que si bien trabajan mucho también saben disfrutar de las otras parcelas. Son gente que saben estar cien por cien en cada ámbito y admite la pluralidad de la vida".
Piensa sobre ello, toma tus propias decisiones y luego no cargues la culpa a nadie.