Teníamos visita reservada en la Necropolis para las 11.30, pero llegamos al Vaticano sobre las 10 y estuvimos tranquilamente paseando por la Plaza y haciendo fotos. No se porque la vi pequeña, en la tele parece mas grande.
La visita a la Necropolis bueno, ni fu ni fa, y yo tuve varios momentos en los que estuve a punto de decir que me tenía que salir de la mezcla de calor, humedad, claustrofobia, etc. Uffff, pero bueno me pude contener y realizar la visita entera. Cuentan mucha historia religiosa, que si uno es ateo, puede salir de allí con bastante indiferencia.
La visita termina justo en la tumba del Papa Juan Pablo II, y tengo que decir que ahí me emocioné por ver la gente que hay rezando alrededor, las flores, las cartas, uffff Yo tengo mi opinión en temas religiosos, pero ante todo, respeto la de los demás, y a mi me chocó mucho ver a la gente tan emocionada en aquel lugar. ¿Porque seré tan sensibleras?
De ahí nos vuelven a sacar al mismo sitio del principio, en el Uffici Scavi. Asi que nos despedimos del guía y del grupo y nos dirigimos a las consignas a recoger nuestros bolsos. Y de ahí a la Basílica, que estaba repleta de gente, uffff Pero es una preciosidad!!!
Y ya dentre de los museos, gente, gente y mas gente. HORROROSO!! Salas, salas y mas salas. Con unos techos y paredes dignas de recrearse, eso si. Bueno, a mi llegó un momento que me parecían todas iguales, asi que ya un poco harta de ver tanto “tesoro” junto, aceleramos para llegar a la Capilla Sixtina, que es lo que nos importaba realmente. La de millones que tienen ahí metidos, y la de millones que sacarán con el precio de la entrada... En fin...
Parecía que no llegábamos nunca a la Capilla. ¡¡¡Pero llegamos!!! Y mereció la pena la “tortura”. No tengo ninguna foto porque está prohibido hacerlas. Estuvimos sentados un buen rato, para poder disfrutar de las vistas. Realmente por ésto es por lo que entramos a los Museos, pero como está al final de la visita, hay que "tragar" con todo lo demás. Salimos de allí con unas ganas tremendas de respirar aire, así que salimos a unos jardines donde estuvimos otro rato sentados.
Teniamos pensado bajar andando hasta el Castillo Sant Angelo, pero estábamos cansados no, lo siguiente, asi que lo dejamos para otra ocasión. Pero si que fuimos a realizar la otra visita programada para hoy. Cogimos un bus hasta Piazza Cavour, y ahí el 224 hasta el Ponte Milvio. No nos podíamos ir de Roma sin dejar nuestro candado en él, al igual que hicimos en Florencia.
Bajamos rodeando el foro, y nos dirigimos paseando hasta el Coliseo para hacernos unas fotillos nocturnas. Pero al ir llegando, me di cuenta que no estaba iluminado, y en su fachada se estaban proyectando imágenes por el aniversario de los Juegos Olimpicos de 1960. ¡¡Vaya por Dios!!! Pero bueno, estaba bonito también.
Y nada, eran casi las 12 de la noche, asi que fuimos a coger el bus 75 y para el hotel con una pena que no lo sabe nadie. Bajón!!!