¡Vaya fin de semana!

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Aprovechando que en Madrid el tiempo ha sido algo más decente que días anteriores y que nuestro churumbel cada día parece estar de mejor humor, este fin de semana lo hemos aprovechado al máximo para hacer bastantes de las cosas que teníamos pendientes desde hace varias semanas. 
El sábado nos pegamos una buena paliza los tres, de un lado para otro, y al final acabamos pagando la idea. Me reitero en que con un niño de corta edad no te puedes pasar el día para arriba y para abajo porque al final entre el cansancio, quita abrigo-pon abrigo, el agobio de la gente...te acaban montando un pollo de órdago.
Nos tocó correr por los pasillos del Eroski intentando terminar la compra lo más deprisa posible, pero el colofón vino cuando en el coche empezó a expulsar moco por la nariz y flemas por la boca mientras lloraba cada vez más histérico. No es que le hubiera poseído un demonio, no, es que como ahora llora con lágrimas las lágrimas producen mocos y, claro, tienen que salir por algún lado. En su caso, por nariz y boca al mismo tiempo. Menos mal que su mami estaba intuyendo el mega-pollo y se sentó a su lado en el coche porque si no hubiéramos tenido que parar en el arcén para ayudarle a expulsar todos esos mocos.
Cuando llegamos a casa estaba empapadito en sudor, y eso que le habíamos quitado el abrigo en el coche...En fin, que lo único bueno que tuvo el final del día es que como llegó tan cansado y se acostó algo más tarde de lo habitual, el domingo no se despertó hasta las 8 de la mañana.
Hoy domingo teníamos comida familiar, con la familia política, 17 personas para ser exacta. A mi llegar y ver el salón del restaurante con 17 platos ya de por si me da vértigo, se siente a la mesa quien se siente. Y, bueno, la comida no ha estado mal. La gente se ha portado en su línea, es decir, muy interesados en mi hijo, lo cual está muy bien y mi suegra muy cariñosa con él, lo cual está fenomenal...pero cosas que no me gustan, también como siempre: unas voces y gritos como si estuvieran vendiendo fruta en la plaza del pueblo, con absoluto desprecio de que hay un bebé presente que además se quiere dormir, mi suegra quitándome el niño de los brazos sin ni siquiera preguntarme y mi cuñada que a dos meses de dar a luz ya está planeando largar al niño para irse de viaje a Nueva York
Lo mejor del fin de semana ha sido, sin lugar a dudas, las nuevas cositas que mi niño empezó a hacer ayer: 
- Alzar el brazo hacia las cositas que cuelgan del parque estando bocabajo (es decir, que se sostiene con una sola mano y, además, está ya empezando a meter las rodillas).
- Ponerse bocabajo constántemente en su cuna y reptar hacia abajo.
- Ya está muy cerca de meterse los pies en la boca.
- Y, lo que más me gusta: que cada vez se ríe mucho más, sonríe mucho más y se comporta como una pequeña personita. Me acaricia la cara, las manos, me coge del pelo.... El día que diga "mamá" me va a dar un soponcio.