Una vez más Rajoy ha hablado para los idiotas de este país que a juzgar por la cantidad de votantes del PP son muchos.
Empezó con su rosario de mentiras ya tradicional presentando al PP como la única opción “solvente y seria” enfrente a partidos “de tertulia” o los de “marcha atrás”, “debido a que España es el país que más crece en Europa y el que más empleo genera”. “Y no hemos congelado pensiones.” Lo único cierto de estas frases son los puntos y las comas, y acabó culpando a Catalunya de frenar la recuperación.
Rajoy no solo miente sin descanso, además niega la realidad continuamente, aunque quizás es lo lógico en un tipo que solo utiliza cifras y datos para jugar con ellos y tergiversar la realidad, y si los verdaderos datos no le convienen los cambia con total desfachatez.
Si antes de empezar a decir idioteces para los tontos que se las creen hubiese hojeado cuatro cifras de las que produce su propio gobierno se habría enterado que estaba acusando de frenar la recuperación a una de las CCAA que más ha contribuido a la salida de la crisis, que no solo es la que más exporta sino que durante los años de crisis es la que más ha aumentado las exportaciones, que con el turismo ocurre tres cuartos de lo mismo, y a pesar de ello en el último informe sobre empleo era la única CCAA que obtenía aumentos relevantes de empleo en el sector industria, cuando en las demás los aumentos se referían solo a sectores de servicios, fundamentalmente turismo. Todo ello a pesar que Catalunya padece la asfixia financiera planificada por el gobierno central y la discriminación en infraestructuras que solo por los accesos al puerto de Barcelona y el Corredor Mediterráneo cabe calificar de insultante.
Es de una falta absoluta de la más mínima vergüenza la campaña apuntándose el mérito a la recuperación económica más milagrosa de todo el continente mientras el país todavía soporta una tasa de paro del 23% y muchos expertos empiezan a advertir que una parte importante de esa tasa se transformará en estructural y fija y difícilmente se conseguirá bajarla del 18%, más de 5 puntos por encima del actual promedio en la U.E.
Y todavía demuestra menos vergüenza al afirmar que solo su partido y su gobierno garantizan crecimiento, estabilidad y seriedad, cuando, como bien explica Ernest Folch en el artículo de El Periódico adjunto, que me ha mandado el amigo Leandre, el método de trabajo de Mariano Rajoy como presidente del gobierno ha consistido en NADA, tomar el mínimo posible de decisiones y dejar que los problemas, el de Catalunya y los demás, se pudran. Lo único que ha hecho ha sido seguir exactamente las instrucciones de Merkel sobre cómo salir de la crisis tarde y mal parados, razón por la que ahora es el esclavo favorito de la Führer.
Encima la mayor parte de las pocas decisiones que ha tomado han sido muy negativas para el país, como la Ley mordaza que en algunos casos transforma el derecho a manifestarse en delito penal, o el aniquilamiento de cualquier tipo de desarrollo de las energías renovables, de las que la pasada semana tuvimos dos buenos ejemplos con el recargo a la producción propia de energía mediante placas solares y la reducción del plazo de prescripción de los delitos fiscales de 15 a 5 años.
En lo que sí ha sido tremendamente efectivo tanto Rajoy como su gobierno y su partido ha sido en manipular el Poder Judicial hasta conseguir aminorar en mucho y en algunos casos en todo las elevadas responsabilidades de los muchos y muy voluminosos casos de corrupción del PP. Ahí si se merecen una felicitación por los sumamente eficaces que han sido.