Llega el segundo trabajo de VCE para 2017 recuperando la esencia y el sonido primigenio del grupo.
Un trabajo más manierista en sus composiciones electrónicas pero con ritmos más contundentes en sus trabajos de EBM.
Aquí, a diferencia de "Antique Cue",encontramos un sonido más "tosco" y primitivo, evidentemente hecho a conciencia, en donde encontramos temas inéditos, remezclas, demos y covers de ASEPTIK.
ASEPTIK fue el proyecto pre-VCE que se formó en 1995 y duró hasta 1998. Un proyecto de excelentes ideas pero escasísimos medios y grabaciones en cintas con un sonido deficiente pero con grandes temas e ideas muy frescas.
No hay que comparar este trabajo con el disco anterior. Es otro concepto. Es lo novedoso versus lo primitivo. Y para ello VCE se presenta más experimental en todos los sentidos.
Cómo hacer música de hace 16 años con los medios actuales.
El tema que abre el álbum gana a cada escucha porque pasa de la experimentación pura al ambient introduciendo sonidos, grabaciones de campo, voces procesadas, ladridos de perro, grabaciones de Semana Santa y ambientes industriales. Hay que escucharlo varias veces para degustar cada sonido y cada nota casi como un trabajo de orfebrería. Pura delicia experimental con toque ambiental.
Se incluye una versión Demo de "Producto España", sin los ECM, que nada tiene que ver con el editado en "Antique Cue"y que se llamaba "Es un Producto España".
Tenemos una versión impagable de "Goodbye" y una versión club de "Winter Kills". En "Radioklang" recurren a la voz de NIka (Tears Fall of Gabriel) para deconstruirla sobre un ritmo demoledor industrial y mecánico.
"Vertical Implosion" me suena a los OMD de los 80s y no sabría muy bien por qué. Quizá los sonidos o esa melancolía innata sobre bases frías.
Un disco variado, más experimental y algo más atmosférico aunque temas como "Jungle" nos paralizan con las percusiones duras de Víctor Rozalen.
Como curiosidad, hay un tema con dos versiones: "Powertool" de Aseptik. Ambas realizadas este año pero con la diferencia que, la primera, está realizada con los sonidos originales del grupo en 1995 y, la segunda, es una versión con los sonidos actuales. Dos puntos de vista de un mismo tema muy interesante.
El disco está dedicado a un amigo común que sufre la lacra del ELA, Carlos Climen y que apoyó los proyectos de Víctor y Atom desde su nacimiento.
La fotografía corre a cargo de Víctor Martinez que también pone su voz en "Goodbye" y es considerado como el tercer miembro de VCE.
Vicente Orero también pone voz a un tema del primer álbum de VCE de 2001 versioneado con gran acierto en la actualidad.
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