¡Vea lo que el Señor ha hecho!

Por Negociosdelinterent

He pensado en eso no sé cuántas veces en los últimos treinta y cinco años. Cuando oí por primera vez acerca de la bondad de Dios mi vida era un desorden. A menudo me preguntaba: ¿Qué habría sido de mí “si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes”?
Quizá no estuviera viva en este momento. A través de los años, al confiar más y más en Dios, Ken y yo nos hemos quedado asombrados de ver la manifestación continua de la bondad de Dios en nuestra vida.

Cuanto más conozco la bondad de Dios, más convencida quedo de que Él quiere que todos, sin excepción, le entreguemos nuestra vida para que pueda derramar abundantemente y sin reservas sus bendiciones en nosotros. Su deseo es que seamos tan bendecidos que a dondequiera que volvamos la miradea, podamos ver su bondad. Que toda vez que lleguemos a la casa, digamos: “¡Vieran lo que el Señor ha hecho!” Toda vez que nos montemos en el automóvil, digamos: “Gracias, Señor, por este medio de transporte”.

Dios desea que nos sintamos tan bien cuando nos levantemos por la mañana que no podamos evitar el dar gracias por un cuerpo sano que funciona siempre bien y se siente bien. Siempre que veamos a nuestros hijos y la paz que hay en ellos, alabemos al Señor. El deseo de Dios es que a todo lado que miremos, podamos ver su bondad.

Romanos 8:32 dice: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”¿Dónde estará usted el próximo año? Si usted aún tiene dudas, permítame hacerle una pregunta: ¿dónde estará usted para este tiempo el próximo año si no empieza a creer que verá la bondad del Señor en la tierra de los que viven?. Pues, estará donde está ahora mismo. Las cosas no estarán mejor en su vida. Es más, quizá estén peor porque el diablo no tendrá estorbos para robar, matar y destruir.

Pero si usted empieza a considerar lo que la Biblia dice de la bondad de Dios y se atreve a creerle, las cosas empezarán a cambiar de una manera maravillosa. Su vida empezará a mejorar. Dentro de un año no solo verá esa bondad en las páginas de la Biblia, sino en todas las circunstancias de su vida diaria. ¡Eso es lo que yo llamo vivir!
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