El vecino contó también que “ya está la experiencia de la subestación Sobral en Ezpeleta donde en pocos años de funcionamiento ya se han registrado más de 200 casos de cáncer”.
Los vecinos se manifestaban ayer intentando impedir las obras del último tramo del cableado que permitiría la puesta en marcha de la estación pero fueron reprimidos por decenas de policías bonaerenses a empujones y bastonazos y debieron desplazarse unas cuadras con la protesta.
Pablo Queiruga contó que “lo único que falta para que la subestación se ponga en funcionamiento es que terminen este cableado que nosotros estamos tratando de impedir”.
Los vecinos confirmaron hoy a la red FARCO que alrededor de las 8 de la mañana se encontraban cortando las vías en forma intermitente cerca de la subestación. La intención era llamar la atención mediática para que el reclamo se pudiera hacer visible a nivel nacional.
Fuente: impulsobaires.com.ar