Si hablamos de Bodegas Vega Sicilia estamos hablando del origen del vino tinto de calidad embotellado no sólo en la Ribera del Duero sino en toda España. El mito comienza cuando un hacendado de origen vasco Toribio Lecanda compra la finca en el año 1848 al entonces marqués de Valbuena. Años más tarde su hijo Eloy hereda la propiedad y planta 18.000 cepas de Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Malbec junto a las ya existentes de Tinta Aragonés y Garnacha Tinta. En 1864 construye una bodega donde comienza a elaborar vino aunque el prestigio lo consigue por sus ratafías (licores aromatizados con hierbas y especias) y brandies.
A pesar del éxito Eloy se ve obligado a vender la finca a la familia Herrero en 1888 quienes continúan adquiriendo nuevas parcelas hasta completar las 1000 has con que cuenta hoy en día la bodega.
Cuando llega la filoxera a España el bodeguero riojano Cosme Palacio alquila las instalaciones y pone al frente de la dirección técnica a Domingo Garramiola quien comienza a elaborar vinos a la manera bordelesa utilizando un coupage de Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec que se mantiene hasta nuestros días. En el mismo año que finaliza el contrato de arrendamiento salen al mercado las primeras botellas de Valbuena y Vega Sicilia; estamos en 1915 y en aquel entonces el vino se regalaba a integrantes de la burguesía, aristócratas y amigos de la familia comenzando a fraguar el mito de la exclusividad.
Tras el fallecimiento de Garramiola en 1933 y ya con la bodega en manos de Prodes, empresa dedicada a la producción de semillas hoy extinguida, se incorpora al proyecto otra figura trascendental Jesús Anadón gerente desde 1956, quien viendo el potencial del vino piensa en elaborar un producto de calidad mundial.
Inmersos en este proceso la finca cambia otra vez de dueño. En 1966 un empresario venezolano llamado Hans Neumann, que se había enamorado del vino tras catarlo en Nueva York, compra la bodega y las 1000 has de la finca. Sus negocios internacionales hicieron que dejase algo de lado la bodega pero Anadón en la gerencia y dirección técnica junto con un joven Mariano García que comenzaba como enólogo de la casa consiguieron que el prestigio de Vega Sicilia continuase creciendo.
La última etapa de Vega Sicilia comienza con la adquisición de la bodega por la familia Álvarez, propietarios del grupo Eulen, en 1982 . Por aquel entonces Pablo era un joven de 27 años recién licenciado al que su padre confió la dirección del proyecto. Su llegada supuso una revolución en la bodega…impulsó un estudio científico de cada uno de los pagos que componen el viñedo con el que han conseguido a día de hoy identificar y vinificar por separado 90 diferentes parcelas a la manera de Borgoña; en total 40 millones de euros invertidos en I+D+I también destinados a mejorar los medios de elaboración.
Anadón siguió al frente de la firma hasta su jubilación en 1985 (como consejero continuó hasta su fallecimiento) es entonces cuando Mariano García se hace cargo al 100% de la dirección técnica; han nacido los Vega Sicilia modernos!!
En 1992 Pablo Álvarez pasa a ser el gerente de la bodega y se inicia una etapa de crecimiento con la intención de llegar a producir 300.000 botellas. Dos años después decide dejar de elaborar el Valbuena 3er año (la última cosecha fue 1987) y las marcas de la bodega quedan como las conocemos hoy en día; Valbuena 5º año, Vega Sicilia Único y Reserva Especial.
El lunes de pascua de 1998 marca un antes y un después en la evolución de Vega Sicilia; Mariano García, enólogo de la bodega durante más de 30 años y mano derecha de Pablo, es despedido por competencia desleal. Por suerte su segundo Xabier Ausás, a pesar de su juventud, supo asumir la responsabilidad. A día de hoy es el director técnico de todos los proyectos de Vega Sicilia.
El proyecto de Pablo Álvarez no deja de crecer…en 1992 nace Bodegas Alión; una bodega, un solo vino…Alión que año tras año mantiene una calidad-precio inigualable.
1993 supone la internacionalización del grupo por la adquisición de las bodegas de Tokaji Oremus.
Dos años después comienzan a desarrollar su proyecto en la D.O Toro. Es en 2004 cuando sacan su primera cosecha de Pintia 2001; un vino magnífico que mejora en cada añada.
La última “novedad” de la bodega comienza a gestarse hace 20 años en Burdeos cuando Pablo durante una conversación con el Barón de Rothschild propone unir sus esfuerzos al 50% para elaborar un vino a la manera de Burdeos en Rioja. Tras 14 años comprando viejas viñas en San Vicente de la Sonsierra y muchas pruebas, en 2013 salen las primeras añadas de Macán y Macán Clásico al mercado. No es un Ribera Riojano, es un Rioja con el carácter atlántico de la subzona Alavesa y la elegancia de Vega Sicilia.
Si queréis conocer el secreto de la elaboración de sus vinos no tenéis más que pedírnoslo a través de vuestras sugerencias y comentarios!!
Salud, buenos vinos y tiempo para disfrutarlos!!