Por Mª José Fernández
La tanka es un tipo de poesía tradicional que consta de cinco versos de 5-7-5-7-7 sílabas.
1.)
Así es la vida
un puro carnaval
¡Ay mocedades!,
de besos y sonrisas
–entre bellos disfraces–:
muselinas de sol.
2.)
Ella fue reina:
serpentina y efusión
del carnaval;
perfecto maridaje:
el amor, la ilusión.
3.)
La purpurina
se metía en el alma
como aire libre:
comparsas de un amor
colmaban su recuerdo.
4.)
La chirigota
aparecía cada año:
La nueva idea,
como olor renovado
que emana en primavera.
5.)
La cabalgata,
fuegos artificiales...
se sucedieron:
Corpúsculos de luz
inflaman la memoria.
6.)
Me enamoré:
Llevaba una careta
de soñador:
Él me decepcionó,
y me fui de su lado.
7.)
Llevabas gafas:
y adiviné sus ojos
de una enigmática
mirada de hombre
sensual, provocador.
8.)
Tú desfilabas...
y, con el busto erguido,
la algarabía
se subía de tono:
El jolgorio servido.
9.)
La chirigota,
casi sin intención,
brilló en los ojos;
se alojó por tu pecho
y derramaste lágrimas.
10.)
Aquel sombrero,
con su disfraz incluido,
hizo furor:
Badajoz, Carnaval,
de dos mil diecinueve.
11.)
Y fue en la gala
–cuando te conocí–
de los disfraces,
con maquillaje incluido:
purpurina de sueños.
12.)
Esa peluca,
que tapaba su pelo,
era horrorosa:
ocultaba el encanto
y afeaba su rostro.
13.)
Me enamoré
del carnaval de un sueño
loco y prohibido;
me despertó la niebla
de la vida ordinaria.
14.)
Es pura magia y
hechizo en Badajoz,
sus pasacalles:
Sueño de carnaval,
cual luz de primavera.
15.)
En la comparsa
la vimos disfrazada:
acompañada
por varios instrumentos
que alegraron el día.
16.)
Niña bonita,
sentada en la carroza
–piel de faisán–,
decorando los sueños:
Fechas de carnaval.
17.)
Es el color
lo que eleva la magia
del carnaval,
con juegos sugestivo
que invitan a gozar.
18.)
Se percibía
en ese alma de bronce,
de color fuego,
una lluvia de besos
de pasión infinita.
19.)
Se hizo esperar
al estar tan oculta:
Felicidad
errante, contenida:
Bello ensueño de amor.
20.)
Y así es la vida
carnaval de los sueños
que derramamos:
Se silencian vacíos,
que un día nos llagaron.