TRADUCCION: María Daniela Landa
AUTOR: Stefan Zweig
EDITORIAL: Acantilado
PÁGINAS: 102
PRECIO: 10€
CONTRAPORTADA:
«—¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?».
Después de conseguir poner sin equivocarme el título original de esta novela y de ser consciente de que jamás podría hablar ese idioma, doy gracias a Dios por las cuidadas traducciones que hasta ahora he leído del autor y que una vez más ha conseguido atraparme en la historia hasta terminarla.Vale que ayuda que las novelas sean muy cortas, y eso que ésta de momento es la más extensa de las tres que he leído.
Como digo Zweig vuelve a demostrar que es una de las plumas más elegantes y hábiles para, sin extenderse innecesariamente, contarnos una intensa historia que ocurre en tan sólo un día y que durante años Mrs. C. ha guardado celosamente, hasta que un hecho ocurrido en un hotel de la Riviera, donde ella está alojada, provoca una serie de reacciones y opiniones dispares entre los huéspedes que allí se alojan. Mrs. C. será testigo de estas reacciones, pero especialmente de la del narrador de esta historia, que será el elegido por ella para revelarle su secreto. Y es que años atrás y en apenas 24 horas algo estuvo a punto de cambiar por completo su vida.
De nuevo nos encontramos con unas descripciones magníficas. Me ha parecido fantástico el detalle con que describe las manos de un jugador que está apostando en la mesa de un casino. Se siente la tensión y el nerviosismo en el movimiento de esas manos mientras la bola no decide en qué número de la ruleta parar.Me ha parecido maravillosa una vez más su habilidad para describir los sentimientos de una mujer. Te da la sensación de estar escuchando a Mrs. C. contarte su secreto.
Por tercera Stefan Zweig ha conseguido robarme una hora sin que me diera cuenta y eso que de las tres novelas que he leído hasta el momento es la que pondría en tercer lugar si las tuviera que ordenar de más a menos. Aún así no puedo dejar de darle el máximo de gusanitos.