Nuestros nuevos románticos
Quieres jugar aunque acabe mal. Veintiuno llega desde una generación posterior a cantarte lo que te pasa. Corazonada pop. " Y si te dicen que te vas a arrepentir, les dices que sí, lo estoy deseando ". Pero claro: es el desastre perfecto.
Veintiuno son Spandau Ballet, Duran Duran, Prince y ellos mismos. Siempre tiramos de referencias, que en este caso solo pueden ser románticas. 'Desvelo' sería una de las canciones de nuestras vidas de esas que ponen en la tele sin parar si hubieran nacido antes. Ya lo es, igualmente.
Canciones de convicción y devoción, muy de hacer el amor bien hecho. Tampoco hay tantas así, eh, algunas de y ya (ya). Hay poesía en perder el control y de eso este disco está repleto. De palabras bien tratadas, de historias que estás viendo porque las vives.
Está el disco llenito de canciones que no son de esta época, pero por supuesto que lo son. Y tocan temas jodidos también como 'Mi monstruo y yo' o 'Haters' o 'Nudes' (con Chica Sobresalto). Muy generacional, normal que no entienda estas canciones quien nunca haya hecho el cafre con el móvil y su cuerpo con nocturnidad y alevosía.
Musicalmente, elegancia. La voz de Diego, siempre versátil. Los arreglos de guitarra arreglan las canciones. La base rítmica no se va por las ramas. Hacen canciones pop, tampoco están reinventando el rock progresivo. Pero justo por eso, aciertan: porque te dan estrofas bonitas, estribillos clavaos y algún puente molón.
Y lo imposible que es hacer una canción pop. Qué. De eso quien habla. A 'Lluéveme un río' solo le falta que colaboren y Bryan Adams. Fuimos el otro día a a ver a Veintiuno toda la basca, es decir, los cinco que esta casa habitamos. Y ahora está Nico aquí cantando a mi lado y me levanto y me pongo a bailar y bailamos los dos en la cocina un domingo por la tarde de agosto en Madrid. Es nuestra Corazonada.