Vela, cima y jésed. militantes 40 horas

Por Joseantoniobenito

La verdad es que ese sábado estuvo bien rellenito. Podríamos incluso decir que tuvo más de 24 horas y si le sumamos lo del viernes y lo del domingo sumamos un día de 40 horas. Comenzamos el viernes -primer viernes- con la adoración al Santísimo y la Vela. Luego, al amanecer Misa de Santa María. Raudo desayuno y ¡a la combi! Bendición, canción, oración y conversación (todo en "ón", ¡emoción!)
Y llegamos...Reunión inicial para "reflectir y sacar mayor provecho". Y "en marcha montañeros", pin-pan, ¡a caminar! Sí, también ¡Iván! y ¡vienen! La montaña es nuestro santuario. Aquí volvemos a respirar nuestra esencia, volvemos a ser lo que tenemos que ser. ¡Arriba, más arriba! que diría Jorge Chávez. La verdad que la montaña está más pelada que la calva de Vicente, pero ¡tiene su belleza!, la del desierto, la de los grandes horizontes, la del más allá... Y llegamos, y cantamos (y Sandro nos retrató; porque si "yo no fuera contador habría sido reportero" (contador visual; ¡gracias, Sandro, por inmortalizar nuestra gesta!) y meditamos las palabras de Felipe (DARSE, ser gratis para los demás)... y nos encontramos TODITITOS. Eso es lo bueno, LLEGAR y TODOS.
Bajar, bueno, bajar, ya les contó Iván...no es tan fácil. Pero como canta Abe "bajando se suben las cumbres más altas que existen". Claro que sí.
Y llegamos al valle de nuevo y nos comimos todo lo que llevamos y...más si más hubiésemos llevado.
Siempre hay sorpresas. Ahí nos la dieron amigos de Pamplona que como voluntarios estaban visitando al párroco con quien nos tomamos una foto y conversamos. ¡Qué gusto es ser católico que siempre te brinda la oportunidad de tener amigos en todos los sitios!
Y la reunión final, tan compartida o más que la comida. Todos habíamos superado algo de nuestros miedos, de nuestra flojera, de nuestro egoísmo... María, nuestra Madre, la Montañera del Magníficat había sido la Compañera. ¡Gracias Madre!
Y regresamos cantando, agradeciendo que Iván estaba vivo y coleando, contentos con haber coronado una nueva cumbre. Y sin tiempo que perder, una rápida ducha y ¡otra más! Al concierto de JÉSED, música y espíritu. Pero, para variar, con algo para invitar. Nos llevamos el CORREO MARIANO...y ¡quién compra! ¡prensa católica!
Y punto final, 11 de la noche. ¿Adivinaron? No hubo problema de insomnio. Dormimos como benditos. Porque el domingo, ¡vuelta a empezar! Jornada de Ora-acción, de 8 a 13. ¡El domingo para el Señor!
Seguimos en contacto. Hasta la próxima. ¡Todo por Santa María!

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