Escribo esta entrada desde Cadiz, llegaron por fin las vacaciones, y con ellas la posibilidad de observar algunas de las aves que restan para completar mi objetivo de observar todas las aves ibéricas, una de ellas era el Vencejo Cáfre, una especie "nueva", que llego a la península no hace tanto tiempo y que se esta consolidando como nidificante poco a poco en el territorio.
Es para mi el último de los Apodidae, con el acabo esta familia de aves, común, real, pálido, unicolor, moro y este último son los que completan la nómina de vencejos españoles.
La población española se estima en 100-150 pp., y fue estimada anteriormente en 30-100 pp. (Purroy, 1997). Citada por primera vez para Europa en 1964,
Algunos hirundínidos tienen aspecto similar al de los cafres, pero ninguno reúne a la vez las cuatro características de la especie, cola ahorquillada, obispillo blanco, garganta blanca y borde de las secundarias blanco.
El avión común es quizá el que mas se parece, paro es en este la longitud y forma de las alas las que lo descartan al instante.
En España nidifica en nidos de Golondrina Dáurica, por lo que su hábitat de reproducción está condicionado al de esta especie con lugares habituales de cría en cuevas, refugios, aleros, puentes, túneles, etc. Ocasionalmente en nidos de Avión Común. Especie estival que arriba a
Iberia en abril, aunque el grueso de migrantes llega en mayo.
Como no podia ser de otra manera las dauricas poblaban el lugar.
Lastima que los vencejos no se acercasen tanto como las dauricas, en una ocasion si que lo hiceron, me falto rapidez a la hora de enfocarlo.
En la hora y media que estuve en la zona esperando a poder fotografiar a los appus caffer, aparecieron mas aves, la primera la confundí con un cercano e ilusionante cafre, dispare sin mirar para no perder la opción a hacerlo y resultó ser un siempre precioso abejaruco.
Una visita inesperada resulto un colofón perfecto para mi estancia en la sierra de los cafres, un par de juveniles de Aguila imperial iberica estuvieron jugando un rato el las alturas sobre las boscosas laderas de las colinas frente a mi posición.
Chocaban las garras y hacían algunos picados, no se si en actitud galante o por contra territorial, el caso es que alegraron mi calurosa espera.
Una estupenda atalaya la que me busqué, un balcón a a la inhabitual para mi fauna mediterránea, un rato maravilloso el que pase en el roquedo de los cafres, ademas de las especies ya descritas, rabilargos, oropéndolas y currucas animaron mi "rabillo del ojo", el resto de los dos y los otros cuatro sentidos estaban alerta en la búsqueda de los caffer.
Para acabar incluyo una foto de los primos appus affinis , vencejos moros, los otros colonizadores de la península junto con los cafres.Se ve rápidamente la diferencia morfológica en alas y cola, roma y corta y alas cortas y estrechas, nada que ver con su primo hermano africano.
Los 39 grados, alentaban a la fuga, el sol en su zénit me recordaba que la sobre exposición a sus rayos puede ser peligrosa, es el momento de la retirada, me voy con la boca vacía y seca y con al retina llena y el ojo humedecido por el esfuerzo ante el gran de bellas número imágenes acumulado.
Para terminar muchas gracias a mi amigo Antonio Acedo, por sus explicaciones e indicaciones, van por ti Antonio !!!.
Eso es todo por el momento, gracias por visitar el blog, un saludo y hasta pronto....desde Cadiz espero.