Vendedores en Playa del Francés, Maceió. Alagoas

Por Javier Cabral
Comer en Playa del Francés

Playa muy linda y concurrida, quizás demasiado concurrida. Es del tipo playa 1 a 1: un vendedor por bañista, pero eso tiene su lado bueno, pues uno puede comer y beber a medida que van pasando. 

Para los cócteles

Para comer. Las opciones son numerosas: la siempre recomendable agua de coco para hidratarse, los cócteles que se preparan en el ananá ahuecado, queso a las brasas, mariscos, milho (maíz) verde que puede ser en la mazorca o desgranado en un vasito, etc. con lo cual no hace falta pedir nada en los restaurantes.

Va le pena ir probando de todo un poco, si uno gusta de los sabores retinales: el abarajé es una masa de mandioca (yuca) con relleno de carne o cangrejos. El queso a las brasas. Es muy recomendable. Es el llamado queso coalho. Unas porciones rectangular de queso lo ensartan con un palito y quedan como un helado. El vendedor tiene una especie de cacerola con brasas, lo cocina in situ, en vivo y en directo.

Música. Algunos encontrarán de malo el volumen, casi siempre exagerado, que utilizan los vendedores de CD. Tienen un carrito sonoro y van pasando entre la gente. Simultáneamente suelen pasar unos dos o tres…, con músicas diferentes. Si uno busca tranquilidad esto es como mínimo muy incómodo, pero es una playa super popular, con mucho bullicio.

Las músicas son regionales y muy animadas como el forró. Las letras en su mayoría son en doble o triple sentido y tratan sobre la suegra, la bunda (las nalgas), pero no las de la suegras, esa es otra canción.

Compras varias. Además de comida, hay casi de todo, prendas de vestir con bordados, acuarelas, lentes de sol, sombreros, objetos de bronce, etc.

La playa no está muy lejos de Maceió y alguna vez fue muy buscada por ser una playa alejada y solitaria, con el aluvión de turistas se convirtió en un pequeño y entretenido mercado. Lo barrios cercanos crecieron y los hoteles empezaron a llegar.

Recolectora de latas

Observando a los vendedores, se nota que la su trabajo no es fácil. Mientras algunos disfrutan ellos bajo el sol día a día recorren la playa. Se ven muchos niños como vendedores. 

Chico vendedor de queso a las brasas

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