La declaración Universal de los Derechos Humanos no garantiza de forma expedita la aplicación de dichos derechos en Internet, tampoco las constituciones. Sin embargo, principios fundamentales, el derecho la información, la libre expresión, la educación, obtienen en Internet un aliado poderoso para su defensa. En el estado actual de la sociedad humana, totalmente interconectada, si queremos proteger nuestro derecho ciudadano a la información, obligatoriamente debemos luchar por el libre tránsito a través de la autopista de la información. No es sólo una cuestión de acceso. Actualmente requerimos de conexiones veloces para poder soportar las necesidades de los usuarios, totalmente distintas a las de hace diez años.
Nuestro país pasó en una década, gracias al socialismo del siglo XXI, de ser referencia en toda América Latina, en desarrollo y despliegue de infraestructura de red, a una nación limitada, que ocupa los últimos lugares de velocidad de acceso no sólo en Latinoamérica sino en el mundo. Así es imposible entrar con paso firme en la sociedad de la información y del conocimiento. Nuestros jóvenes serán, hoy y mañana, los principales afectados por el ya evidente atraso. Se están quedando limitados y su forma de entender los cambios de nuestra sociedad ya es distinta a las que tienen los jóvenes de países con mejores conexiones de Internet, los cuales no están exclusivamente en los países más desarrollados. Latinoamérica nos dejó atrás en cuanto a velocidad de acceso a Internet. Una realidad que golpea de frente a nuestros jóvenes.
Según la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, la penetración de Internet en Venezuela ya suma 11 millones 600 mil personas conectadas a la red, un 40% de la población para el cierre del 2012. De los venezolanos en internet 54% son hombres y 46% mujeres. El 59% se encuentran en edades comprendidas entre los 7 y los 24 años. El principal uso que le damos a la web es visitar redes sociales (42%), desplazando a un segundo lugar al correo electrónico, uso que había ocupa el primer lugar de manera tradicional en nuestro país, el chat completa el top 3 con un 29% de uso. Leer noticias (18%), buscar información (17%), descargar archivos (16%) y publicar fotos (14%). El 12% de los usuarios del país asegura que usa Twitter y el 9% que utiliza la red para realizar operaciones bancarías.
El parapeto de gobierno del régimen de Nicolás Maduro ha enfilado sus baterías contra los portales de noticias y las redes sociales en un intento por limitar aún más el acceso de los venezolanos a la información y de esa manera ejercer un mayor control sobre la población. Incluso fuera nuestras fronteras están denunciando tal práctica como un intento de Maduro por ocultar la verdad dentro del país. John Kerry, secretario de Estado de los estados Unidos, comentó que “En Venezuela, el gobierno ha usado las fuerzas de seguridad para reprimir protestas pacíficas y limitar las libertades de expresión y reunión” en una teleconferencia sobre seguridad online que se realizaba en Estonia. “Y eso ha incluido bloquear el acceso a determinados sitios web y limitar el acceso a la internet en algunas partes del país”, señaló Kerry desde Washington.
Los esfuerzos del régimen bolivariano por amordazarnos venían aplicándose desde hace ya algún tiempo con ataques cibernéticos contra algunos portales dedicados a brindar noticias. Dichos ataques se intensificaron a partir de febrero con las masivas manifestaciones de protesta contra el régimen encabezadas por los estudiantes universitarios del país, cuya represión gubernamental ha dejado un saldo de más de 40 muertos, al menos 700 heridos y más de 2,000 arrestos. Estamos en presencia del último capítulo de los esfuerzos gubernamentales por impedir el libre flujo de información en el país.
Ya controlan la radio y la televisión, (el estado es el dueño de la mayoría de estaciones que operan en el país), la prensa escrita, que dominan a través de sanciones aplicadas por informar y últimamente al dejar a los diarios sin papel, o la más reciente compra, a través de testaferros, de los principales medios impresos. Y ahora vuelca su atención sobre internet, donde millones de venezolanos buscan hoy información realmente veraz. Este control es un viejo anhelo del gobierno dada la gran migración de los venezolanos hacia internet y las redes sociales.
El crecimiento de las redes sociales ha sido explosivo. En el país hay casi 12 millones de usuarios de Facebook y más de siete millones de cuentas de Twitter, números que son sorprendentes en un país de sólo 30 millones de habitantes. La gente se fue a las redes sociales a buscar información. Es allí donde están sucediendo las cosas y de allí el interés por controlar la internet.
La censura ha sido multidimensional. Ataques de Negación de Servicio, los cuales obstaculizan el acceso de usuarios legítimos, al sobrecargar los servidores con una avalancha de solicitudes de ingreso ficticias, Por otro lado, han tratado de explotar las debilidades de los sistemas que le brindan soporte a los portales, tratando de ingresar a través de ellos, y también han tratado de entrar a través de la dirección física de los sitios en internet, que es por donde los equipos editoriales normalmente ingresan. Adicionalmente, el gobierno ha tratado de obstaculizar el acceso a través de CANTV, “ralentizando” la transmisión de datos. Hay portales en Venezuela que están sencillamente bloqueados. Más de una vez han cortado el tráfico de internet, el ejemplo más claro fue durante las elecciones presidenciales de abril del 2013, cuando el gobierno anunció que había bloqueado el acceso a la red mundial de computadoras por varios minutos para impedir “hackeos conspiradores desde el exterior”. Ellos lo que quieren es que en el país se escuche una sola voz, la de ellos”.
Sus esfuerzos han sido completamente inútiles, Venezuela se está destacando como uno de los países latinoamericanos con más presencia y uso de redes sociales. Pese a los obstáculos, pese a la lentitud.
Ciertamente cuando toca esperar una eternidad para accesar a una información o para publicar algo, se oye generalmente una expresión que ya es cotidiana:
¡Venezuela!, punto. CSM.punto.GOV.punto.VE
Arturo Neimanis