`Venganza 2: Conexión Estambul´ -perdiendo gas respecto a su antecesora

Publicado el 09 enero 2013 por Cinefagos

Hay que reconocer que Venganza (Taken) supuso una agradable y grata sorpresa. Si bien la película podríamos haberla visto en la estantería de cualquier videoclub (bueno, ahora esos sitios casi ni existen, pero todos me entendéis) poseía algunas cosas que la distanciaban y que la convertían en una película entretenida, con más de un momento memorable y un personaje, it

Como es normal, su éxito en taquilla (costó poco, recaudó mucho) ha provocado esta secuela y probablemente -también está triunfando en los cines la que nos ocupa- una tercera si nos despistamos. Lo peor de todo es que las buenas sensaciones de la anterior se han diluído en ésta. Una pena, porque el trailer prometía.

En Venganza hubo un momento que se quedaba en la retina del espectador y que han retomado en su segunda entrega. Un impasible Liam Neesson le explicaba a su hija que iba a ser secuestrada. En pocos segundos consigue indicarle lo que va a tener que hacer para que él pueda tener algunas pistas para encontrarla, no sin pasar por más de un apuro y más de un disparo o colleja de por medio.

ÉSE ES EL MOMENTO. El que recordaremos y que ha hecho que Venganza pueda ser recordada. Aparte de un Neesson que demostraba que su edad no era algo a tener en cuenta -negativamente- a la hora de asesinar o asesinar a cualquiera que se le pusiese en medio. Vamos, que el protagonista estaba viviendo una segunda juventud en un género que ni mucho menos había protagonizado décadas antes con regularidad.

Venganza 2 amplía, como buena secuela, algunos de los elementos mostrados en su antecesora. Ahora son dos los secuestrados -él y su mujer (Famke Janssen)- y el título de la película viene a raíz de los acontecimientos que se produjeron en la anterior. Venganza hacia el hombre que ha matado a hijos, hermanos o padres. Lo curioso es que los mencionados se dedicaban a coger a jovenzuelas, prostituyéndolas y drogándolas. Vamos, que no eran manita de santo. Pero un padre es un padre y no ve más allá, así que Neeson tiene un/os enemigos a batir y la trama empieza a desarrollarse.

Lo peor de Venganza es que durando poco más de hora y veinte se hace larga. Lo contrario de lo que pudimos ver hace cuatro años de la mano de Pierre Morel. Con lo que el interés va decayendo en una historia que parece más simple que la anterior, aunque eso parezca algo extraño ya que en sí tienen elementos en común.

Una de las cosas interesantes y que los guionistas es que han sabido sacar provecho de la hija de Bryan Mills (Liam Neeson), ya que Kim (Maggie Grace) tiene su “experiencia” en este tipo de situaciones. La cual se convierte en un elemento determinante en la historia.

El punto oscuro, o a la vez el que han querido imprimir para tener su propia identidad en el género de acción, es la repetición de esquemas. Ya que la palabra “secuestro” parece que es algo ya innato -veremos en futuras entregas- en Venganza (Taken). Es como si vieses una Venganza 1.0 o ampliación de la entrega anterior.

Eso sí, como punto positivo siempre estará -a mi parecer- la presencia de la siempre impresionante Famke Janssen. A la cual los años no parecen hacer otra cosa más que enriquecerla visualmente.

Sin embargo, dentro del género de acción llega a tener ése puntillo que puede gustar en cuanto a entretenimiento. No en vano su recaudación a nivel mundial así lo atestigua. 366 millones de dólares, habiendo costado 45. Si hacemos la comparación con su antecesora, 226 por 25, podemos llegar a la conclusión de que esta saga no está ni mucho menos muerta (algo así a lo que está pasando con Paranormal Activity).

Fdo: Snake