Hoy nos centramos en las ventajas de adquirir o tener una pizarra magnética para nuestros hijos. Hablamos de para qué son buenas y las comparamos con las tradicionales pizarras verdes o negras y cómo influyen en el proceso de aprendizaje, si es que lo hacen, de nuestros hijos e hijas.
Para qué son buenas las pizarras magnéticas
Entre esos instrumentos están las pizarras magnéticas, una evolución de las típicas pizarras verdes que se usaban con tiza blanca o de colores. Pizarras que mejoran en cierto sentido a la otras ya que son ideales para promover el dibujo, además de incorporar otros elementos de interacción educativa en los niños.
La pizarra magnética para niños es ideal para:
- realizar ejercicios de cualquier tipo en casa
- pegar fotos y otras imágenes alusivas a las actividades escolares de los niños.
Como ya se ha nombrado anteriormente, las pizarras magnéticas tienen el mismo diseño de las pizarras tradicionales. La diferencia es que son mucho más prácticas, cómodas y más limpias, en el momento de utilizarlas.
Su superficie de color blanco las convierte en ideales para ser usadas con un rotulador de cualquier color. Además, gracias a su superficie, se pueden colocar objetos magnéticos que sirven de guía o para jugar los niños.
Los beneficios que traen el uso de una pizarra magnética, es que con ella pueden verse más claramente las tareas o ejercicios que los niños realizan, incluso puede adquirirse una pizarra magnética para el hogar, con el fin de continuar las actividades escolares en casa y seguir con el proceso de aprendizaje, ya que la pizarra magnética se aferra al sentido de la vista para maximizar la enseñanza.
Y es que esta nueva tendencia solo termina beneficiando a los más pequeños, ya que en los centros educativos han ido poco a poco sustituyendo las clásicas pizarras verdes por las de tipo magnético, que tienen diversidad de rotuladores, para hacer del aprendizaje una experiencia visual y completa durante todo el año escolar.
En el mercado pueden conseguirse diversos tipos de pizarras magnéticas de acuerdo a las necesidades de los usuarios, por ejemplo, las más comunes son las fabricadas con chapa de acero lacada, que se utilizan con rotuladores y borradores especiales.
También están las pizarras magnéticas vitrificadas, hechas de acero pero con una cubierta fuerte de cerámica y porcelana, resistente a cualquier temperatura y duraderas por mucho tiempo.
Los pros y los contras de tener una pizarra magnética
Las pizarras magnéticas se han convertido en materiales necesarios porque;
- favorecen el proceso de aprendizaje en los niños, reforzandola magnitud de las explicaciones, promueven la participación oral de los alumnos y estimular la memoria.
- Son muy duraderas y pueden mantenerse intactas durante mucho tiempo debido a lo resistente de sus materiales.
- Representan un ahorro grande en hojas, ya que todo lo que se pueda anotar en ellas es esencial para evitar el desperdicio de papel.
- Al tener el fondo blanco ofrecen un mayor contraste, al marcarse mejor con los rotuladores a diferencia de las pizarras verdes o negras.
- Permiten utilizar todos los colores posibles sin ninguna limitación, sobre todo por la variedad de rotuladores existentes en el mercado.
- En el caso de la limpieza del área de trabajo, las pizarras tienen una gran ventaja, ya que no dejan ningún tipo de suciedad alrededor, ya que no levantan polvo y su borrador es cien por cien limpio.
- A diferencia de las pizarras convencionales, las pizarras magnéticas son de muy fácil instalación, de acuerdo al tamaño seleccionado. Algunas de ellas no necesitan ni siquiera estar pegadas a la pared, sino que se pueden enganchar en cualquier superficie disponible.
Aunque las pizarras magnéticas tienen múltiples beneficios, es importante tener en cuenta algunos detalles para su utilización, como por ejemplo:
- utilizar rotuladores de varios colores para diferenciar los detalles y clasificar una lección en caso de que se quiera explicar algún tema.
En el caso de los peques, se puede adquirir hasta una pizarra magnética mágica para estimular el aprendizaje y combinarla con los juegos cotidianos.