Ventajas de compartir piso con un fantasma

Publicado el 30 octubre 2013 por Bloggermam

En esta época del año me acuerdo mucho del inicio de las grandes borracheras del curso universitario, con la vista puesta en San Alberto Magno patrón de los químicos por su capacidad para hacer mojitos con vino malo. Pero antes de comenzar con los duros campeonatos de mus y birras estudios universitarios , es preciso tomar una decisión importante, esa decisión que va a marcar y mucho todo el desarrollo del curso universitario: ¿quién será tu compañero de piso?

Es un problema porque cuando compartes piso puedes encontrarte con auténticas incompatibilidades. No sé, puedes encontrarte con gente que duerme por la noche, que no bebe, que limpia la cocina, incluso que trata de salir (pero no puede porque está pegada al suelo) de la cocina cuando enciendes el microondas (nunca me quedó claro si era porque tenía miedo a las radiaciones o porque la capa de grasa hacía presagiar que iba a explotar…tremenda duda). Hay gente que es muy friolera y se puede dar la paradoja que salgas al pasillo en pelotas para bajar el termostato y te encuentres cruzando, cual fantasma de Canterville, a alguien sujetando una taza de menta-poleo hirviendo vestido con dos pantalones del pijama, camiseta, sudadera, chaleco, bata de felpa y bufanda. Y claro te preguntas  si es que sois animales de la misma especie, incluso si habitáis la misma dimensión espacio-temporal.

El mero hecho de plantearse convivir con un compañero de piso incompatible hace que se tambaleen todas las posibilidades de finalizar los estudios para lograr el objetivo máximo de cualquier universitario: irse de Erasmus. Imagina que tu compañero de piso en lugar de llevarte de copas cuando estés agobiado porque con tantas resacas no has podido estudiar, te pegue la bronca y te obligue a estudiar. Qué barbaridad, seguro que hay gente en Guantánamo por mucho menos.

Por ello he llegado a la conclusión de que el mejor compañero de piso es un fantasma. No uno de los que alardea de hazañas sexuales copiadas de películas porno, si no de uno de los de verdad: un espectro, un ectoplasma, el vestigio inmaterial de un muerto, una presencia del más allá, el invitado inefable de los programas de Iker Jiménez. Es decir, un fantasma, fantasma, fantasma, de los fantasmas de toda la vida.

Tener como un compañero de piso tiene muchas ventajas:

  • No se dejan las puertas abiertas, ni las tapas del WC bajadas…
  • Tampoco te vas a encontrar pelos en la ducha.
  • Nunca tendrás que compartir con él las cervezas.
  • Siempre puedes tener una sábana a mano con la que sonarte los mocos.
  • No los tienes que sacar de paseo como al perro o a la novia (a la de tu compañero de piso se sobreentiende).
  • Dan una conversación, que en muchos de los casos es muy ilustrada. De todos modos no te fíes de un fantasma de menos de doscientos años, son muy dados a fantasmear con sus conocimientos de historia.
  • Teniendo en cuenta que los fantasmas de prestigio son sajones, quizás tengas suerte y puedas aprender inglés con él.  Perdón lo de aprender inglés en España es una fantasmada total. Además como lleve muerto muchos siglos sólo te va a entender el abuelo de Shakespeare.
  • Si hablas con ellos no tienes que plantearte si se te ha ido la cabeza. Es un hecho.
  • Si alguna vez ligas tienes el morbo adicional de saber que tienes un fantasma morboso mirón. No veas cuando te diga “Sé lo que hiciste el último mes”…y le tengas que responder “pues cuenta, cuenta, que con la borrachera no me acuerdo de nada”.
  • Si consigues adiestrar a tu fantasma podrás vacilar delante de los amigos haciendo que se recojan las cosas de la cocina solas.
  • Podrás cobrar entrada en tu piso para ver películas de terror con “efectos especiales”.

Eso sí te recomiendo que en caso de convivir con un fantasma atormentado clásico, de los de cadenas en los tobillos, pongas moqueta por toda la casa para que no sea demasiado escandalosos los paseos nocturnos del compañero de piso.

 Y como no siempre puede haber alguna pequeña desventaja:

No te va ayudar a pagar el alquiler.

Si el fantasma está “reciente” deja un olor a comida de McDonalds tremendo.

Advertencia final:

Debes tener cuidado en tus disputas con el fantasma…recuerda que en caso de pelea él es incorpóreo y tú no. Así que si llegas a las manos con un fantasma que sepas que tú no le harás daño, pero él te puede lanzar toda la cubertería a la espalda sin el menor esfuerzo.

Llegado a este punto lo mejor es que le dejes el piso un fin de semana a unos colegas borrachos que te caigan mal y que dejes unas cámaras ocultas grabando. Te va a quedar una peli gore de las buenas.