Todo parece indicar que el cambio electrónico ha llegado para quedarse en el mundo del ciclismo. Actualmente prácticamente todos los profesionales de carretera lo llevan en sus bicicletas. En el ciclismo de montaña aún no es muy habitual verlo.
Las salidas con bicicletas de carretera suelen ser mucho más limpias en todos los sentidos que las de montaña, por lo que quizá el cambio electrónico se ha implantado con más facilidad.
En las salidas con la bicicleta de montaña es habitual hacer rutas con mucho polvo, barro, agua, que los cambios reciban golpes de piedras…. Quizá este sea uno de los motivos por los cuales aún no se ha implantado masivamente el cambio electrónico en estas bicicletas. Vamos a ver las ventajas y desventajas que tendría su uso con la mtb.
Ventajas del cambio electrónico con la mtb
Una de las principales ventajas que tienen estos cambios, tanto en carretera como en mtb es la fiabilidad y la precisión de los cambios. A diferencia de los cambios mecánicos, uno electrónico es realmente fiable y su funcionamiento va a ser inmejorable siempre.
En los cambios mecánicos, el simple desgaste de elementos como los cables, fundas o suciedad hace que el cambio no vaya fino del todo.
Inconvenientes del cambio electrónico con la mtb
Uno de los inconvenientes que tiene este cambio es el precio. Son notablemente más caros que los mecánicos, aunque seguro que según vayan apareciendo más modelos en el mercado los precios se irán conteniendo.
Otra de las desventajas de estos cambios es el peso. Son más pesados que los cambios mecánicos, por lo que si somos unos obsesos del peso de nuestra bicicleta y no queremos llevar ni un gramo de más, estos cambios no son lo más recomendable.
Algo que tenemos que tener en cuenta también es la batería, sobre todo si realizamos pruebas por etapas. Tenemos que estar muy seguros que donde vayamos con la bicicleta vamos a poder cargar las baterías sin problemas.