Moisés Cayetano RosadoBREVE HISTORIA DEL FUERTE.El origen del Fuerte de San Lourenzo -a orillas del río Miño, en Goián (del concejo gallego de Tomiño)- viene dado por los enfrentamientos habidos entre españoles y portugueses durante la Guerra de Restauração (1640-1668). Éstos ocupaban un antiguo recinto llamado "Fortín da Barca" desde 1663, año en que Goián fue invadido por los nuestros vecinos. Tras el Tratado de Paz de 1668, sería abandonado, construyéndose sobre sus bases, en 1671, por orden de Mariana de Austria, la actual fortaleza.El Fuerte -cuadrangular, con baluarte en cada esquina- está construido en piedra de granito. Los muros presentan aparejo de mampostería -salvo en las esquinas de los baluartes y en la puerta, donde se utilizan sillares, así como en los remates superiores de los entrepaños-. Sobre cada baluarte existe un montículo de tierra, a manera de “caballero”, para facilitar la vigilancia y apoyo de armas desde mayor altura.La Guerra de Independencia contra los franceses fue la primera y única vez que el fuerte participó en una acción bélica. En el año 1809, las tropas napoleónicas comandadas por el mariscal Soult, recibieron la orden de París de penetrar en Portugal, y el ejército francés se situó a lo largo del Miño para cruzarlo por los diferentes pasos naturales: A Guarda, Tui y Salvaterra en el Baixo Miño, emprendiendo el asalto a Vilanova de Cerveira apoyado por la artillería del fuerte de Goián.En 1843 aún tenía guarnición, pero en 1869 se encontraba en estado ruinoso. El 8 de noviembre de 1873, fue subastado en Pontevedra, pasando a manos de particulares. A partir de ese momento, el fuerte sufrió agresiones en su estructura y configuración con extracciones de piedra, hasta que el Concello de Tomiño lo adquirió para emprender su rehabilitación, que sigue en curso.
ACTUALIDAD.
En fin, que la desidia, el abandono y los “falsos amigos” constructivos no sigan lacerando lo que tan digno es de revitalizar y disfrutar.