P(u)ateando la vida. Otro blog de Golcar
Ese 24 de mayo lo recuerdo como un día oscuro, desolador. Aterrador.
El no-país era un hervidero. Por las redes y por todas la aplicaciones de mensajería llegaban chismes, noticias, bulos de terror. Era casi imposible discernir la verdad. No sabíamos qué era cierto y qué falso.
La estrategia que usó el régimen para hacer creer que todo estaba normal y que no se trataba más que de casos de delincuentes y peleas callejeras, fue inundar las redes con informaciones falsas y exageraciones peliculeras. Así, sembraba la duda de si las otras noticias eran verdad o no.
Pero Augusto Pugas y Adrián Duque no fueron una mentira. Augusto de 22 y Adrián de 24 no fueron una exageración. Augusto y Adrián cayeron muertos al ser alcanzados por la bala asesina de la dictadura.
Este es mi sencillo homenaje. Un memento. Un punto para la memoria.
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