Ya que se produce el solsticio de verano, que da comienzo a la estación. Exactamente a esa hora, el eje de la Tierra, que no es vertical sino que está inclinado, estará lo más orientado hacia el Sol que se situará en todo el año, con una inclinación de 23º 27'.
Esto tiene varias consecuencias para los habitantes del hemisferio norte: por un lado, durante unos días el sol estará a mediodía en el punto más alto del cielo y no cambiará de posición (de ahí viene la palabra solsticio, de sol quieto).
Curiosamente, este fenómeno coincide aproximadamente con el afelio, es decir, el día del año en que el Sol y la Tierra están más lejos. El aumento de las temperaturas que vivimos en torno a esta fecha no tiene por tanto que ver con nuestra proximidad al Sol, sino con nuestra inclinación, que hace que sus rayos nos den de lleno de forma mucho más directa.
Fuente: El Confidencial.