de hastío ardorosa tarde:
cuarenta grados de fiebre
marca el mercurio del aire.
Un sol insolente suda
sobre el pueblo y el paisaje
gotas de invisible lumbre
de un elevado voltaje.
… calles calladas, sin vida,
por donde no pasa nadie;
sólo el tiempo de puntillas
con su paso inexorable.
… tarde tediosa de estío,
de hastío ardorosa tarde;
el viento del valle sube,
baja el mercurio del aire.
Wenceslao Mohedas Ramos
Un poco de recelo –o mosqueo- ha habido, aún lo hay ¿será que está cambiando el clima? No cabe duda de que nos estamos cargando el Planeta, y aunque hay una mayor concienciación, queda mucho por hacer. No recuerdo quien lo dijo ni la exactitud de sus palabras, `pero fueron algo así: “… es nuestra responsabilidad hoy, el estado del Planeta en el que vivirán nuestros hijos y las generaciones futuras…”
Este verano hemos recibido -aún continúan en nuestra Ciudad asomados a los balcones del Instituto Góngora- a la emperatriz Margarita
También nos ha visitado la Dama del Armiño ¡si hombre! la amiga del gran Leonardo y amante de Ludovico Sforza
Alegórico es lo que nos muestra este balcón. Pero esta obra de 1937 es atemporal. Esta historia se repite desde que el ser humano empezó a caminar a dos patas, se “humanizó” Lo triste es que está de actualidad y estará hasta que el ser humano sea eso, “humano”
¿Ha hecho usted esto?
Picasso respondió:
No, han sido ustedes