Verano del 69 (III)

Publicado el 18 agosto 2019 por Josep2010

Como íbamos diciendo, en aquel verano de 1969 sonaban muchas músicas que por un motivo u otro no comparecieron en el famoso festival de Woodstok.
Hubo -hay- una canción rockera por excelencia que había aparecido un año antes y todavía se mantenía en las listas de superventas porque lo merecía sobradamente al reunir en una sola representación todas las virtudes que la juventud de la época esperaba hallar: ruptura con lo conocido, sensación de libertad y cierta anarquía, potencia y locura y por encima de todo una invitación a mover el esqueleto hasta la extenuación y el paroxismo y todo ello sin necesidad de refuerzos lisérgicos.
El grupo, Iron Butterfly, no acababa de funcionar como era de esperar y debían tener unos carácteres muy fuertes, por decirlo de forma elegante. En 1969 habían presentado un álbum que resultó un fiasco y pasados cincuenta años uno se pregunta si tuvieron pánico escénico al poner trabas propias de divos para no presentarse en Woodstock y dejar a cientos de miles de espectadores un pelín ddefraudados porque todos, seguramente, esperaban disfrutar durante diecisiete minutos -o más, que en los conciertos de entonces había sorpresas- de una composición que permanece eternamente clavada en la historia del rock.
Casi me da reparo decir el título, pero como hay gente joven, ahí va el In-A-Gadda-Da-Vida.
Dejen las bebidas al fresco, levántense y bailen:

Y recuerden que esto sonaba (y mucho y muy fuerte) en verano del 69.
p.d.: antes que me lo pregunten en los comentarios: se supone que el título debería haber sido In The Garden of Eden, pero cuando el tecladista y cantante Doug Ingle se lo dijo al batería Ron Bushy, aquel andaba un poco ebrio y lo pronunció de un modo que el otro (que no cuenta cómo iba) lo apuntó, quedando así para la Historia del Rock. De nada.