Verano en Brooklyn (Little Men)

Publicado el 25 octubre 2016 por Airamtrushka @lmqecp
Verano en Brooklyn (Little Men). Ira Sachs, 2016
Quién erasLo saben. Ustedes lo saben igual que yo, que lo que se vive con trece años se recuerda para el resto de la vida, aunque uno no quiera y piense que puede guardar sus sentimientos en un cajón y olvidarlos. Piensen en qué descubrieron a esa edad, cómo entendían la felicidad o la tristeza, a quien admiraban y por quién estaban dispuestos a cumplir un estricto voto de silencio, si hacía falta.Esa edad.Si ven la última película de Ira Sachs, prometo que ésta va a agarrarles por el cuello y obligarles a zambullirse en esos trece años de su memoria, lo quieran o no.Cinco personajes (en las carnes de cinco entrañables actores) dibujan la historia de dos familias que coinciden en un momento dado y comparten, entre otras cosas, la amistad que surge entre los hijos de cada una.Circunstancias que son comunes a cualquiera y que tocan el apuro económico, la muerte, la envidia y la honestidad, trazan los movimientos de estas dos familias. Con permiso de León, diré que son, "cada una a su manera", lo suficientemente felices e infelices a la vez. Como lo son casi todas. Como es la vida.Tal vez se trate de una película contada a dos niveles, como me ha comentado alguien: el del propio argumento y el de la amistad; el que hace avanzar la historia según van pasando las cosas y el que hace evolucionar a esos dos niños de trece años, según les va afectando la vida.O quizá esos dos niveles los marque por una parte el mundo de los adultos, encerrados en sus problemas y dificultades para sortearlos, y el de los niños, que viven esos mismos problemas desde el ángulo tan diferente de los trece años. Igual que el Dios Salvaje de Reza y Polanski, o parecido.Hay por tanto una presentación y un planteamiento, un nudo con conflicto y también un desenlace. Todo muy correcto. También hay un manojo de emociones que suben y bajan por la garganta del espectador durante la trama. Sí, las hay: están ahí y no hay otro remedio que tragárselas o escupirlas.Es una película y ocupa algo más de una hora de nuestro tiempo. La vida, dura un poco más y con ella, los recuerdos: Puede que merezca la pena que los saquen del cajón.