Reconozco que no he visto ni siquiera un minuto de esos programas tipo Supernanny o -ahora me entero- éste que se llama El Campamento, u otro que se llama Hermano Mayor, y que por lo visto se está trasmitiendo en estos días. Ni los he visto ni me voy a molestar en verlos, ni siquiera en buscar alguna información por Internet para enlazar aqui.
Si alguien los ha visto, por favor, que deje su comentario abajo.
Pero me he encontrado por casualidad con esta entrevista, y se me han puesto los pelos de punta.
Vergonzoso, muy vergonzoso me parece.
Vergonzoso me parece que se utilicen niños para hacer reality shows en la tele. Debería estar legalmente prohibido, pero ya.
Vergonzoso me parece que se aireen a todo el país los problemas de estas familias, aún con su consentimiento o su buen grado y que este señor diga "que no tienen nada que perder".
Vergonzoso que se siga propagandizando el uso de métodos conductistas, que ya ni los adiestradores de perros consideran dignos de ser utilizados.
Vergonzoso el tono frío y prepotente de este señor.
Vergonzoso que se les llame a "monstruos" a estos chavales, y que se exhiban como tales en estos programas, como hace un siglo se exhibían en los circos los enanos y las mujeres peludas.
Vergonzoso que a la pregunta de "¿Por qué de padres normales y trabajadores salen monstruos?" lo único que se responda es que "necesitan límites". Sí, tal vez necesitan que los encierren en una jaula desde que nacen. ¿Y amor? ¿Y comprensión? ¿Y paciencia? ¿Y padres que los atiendan y compartan tiempo con ellos? ¿Y formación de los padres para serlo? ¿Y apoyo social a las familias?
Vergonzo que reconociendo que estos chavales muchas veces provienen de familias de clase media, y de clase media-alta, no se hable de lo que verdaderamente les ha faltado en su infancia: lactancia y presencia materna y paterna, compañía, empatía, comunicación, más tiempo en familia, cariño, apoyo.
Vergonzoso que no se aproveche el conocimiento de que los chavales, cada vez más de clases medias y altas, tienen graves problemas de conducta, y que no se relacione con el estilo de vida que como sociedad estamos vendiendo: escolarización tempranísima desde los 4 meses 10 o 12 horas al día, soledad, exceso de actividades desde que son bebés, familia ausente todo el día, falta de comunicación, falta de padres que trabajamos todo el día mientras los chavales se crían solos, sin referentes, sin ejemplo, sin límites, y sobre todo, sin afecto.
Vergonzoso que sigamos sin querer ver y decir en voz alta y clara que el origen de la violencia es el desafecto. Es la violencia primaria recibida.
Vergonzoso que, se diga que "hay que poner límites desde bebés". Los bebés, señor Aguado, necesitan contacto físico, leche materna, amor, compañía, mirada, paciencia, disponibilidad, y sobre todo, tiempo, mucho tiempo con sus padres y con su familia. Lo único que hoy no estamos dispuestos a darles.