Vergüenza ajena

Por Javier Ribas
1.   vergüenza ajena Vergüenza que siente una persona como si fuera suya, por algo que hace o dice otra.Es un sentimiento sorprendente. No haces nada, ves lo que hacen otros y te entran unas ganas imperiosas de meterte bajo el suelo. Un sinsentido, vaya. El otro día estaba viendo una actuación callejera por invitación de un amigo. Era una coral de canto. Se veía a la legua que no eran profesionales. Mi amigo les conocía a todos.  Por supuesto comenté con él alguna cosa graciosa que ocurrió mientras cantaban. Sin malicia. Mi amigo me dijo en voz baja: “Los veo y no sé por qué siento vergüenza”.  Se me quedó la frase en la cabeza. Porque yo he sido, y aún me ocurre, la persona que más vergüenzas ajenas ha sentido y seguramente, ahora que le doy vueltas, la que más debe haber provocado. Sin embargo las que provoco yo, no me dan vergüenza. Sé que detrás de cada intento mío hay un esfuerzo, un intento de hacerlo bien. Esto me sirve de justificación para seguir adelante y no dejar que los comentarios maliciosos o que la incomprensión me hunda y me deje paralizado. Pero claro, si esto sirve para mí, ¿por qué no se lo puedo aplicar a los demás? Detrás de aquel coro hay muchas horas de ensayo, muchas ganas de disfrutar, mucho esfuerzo. Así se lo dije a mi amigo. Mientras se lo comentaba, me decía a mí mismo: ¡Aplícate al cuento!Estoy esperando que me venga otra vez ese sentimiento de vergüenza ajena para analizar, estudiar y dar el golpe definitivo que destierre de mi vida ese sentimiento incontrolado, irracional y vacío que se llama vergüenza ajena.
Como sé que aún quieres darle una vuelta más a esto, te adjunto un enlace que trata sobre el origen de la vergüenza ajena. http://habilidademocional.com/2012/06/30/la-ley-del-espejo/